Poeta

UNA PARTE DE MI ALMA

Siempre quise ser poeta, pero ser poeta en mi país es «cosa de gente rica», eso solía decirme mi padre cada vez que podía, soñaba con escribir, mi mente es un aglomerado de palabras que ruegan darle forma, me persiguen, me acorralan y no me sueltan hasta que haga de ellas una historia, un poema.

Hay un momento en el que me canso de hacerles caso, me presionan y de un arrebato quiero tirarlas, mandarlas al tacho. Hace 2 años lo logré, las tiré, me harté de ellas y me concentré en la carrera de ciencias que por cosas del azar tuve que aprender a amar, hay una gran diferencia entre el ser racional con el ser sentimental, pero es lo mismo, a mis ojos es lo mismo, ambas son expresiones del hombre, son arte, me costó años asumir el rol de las ciencias en mi vida, pero la aprendí a amar (mi profesión) y hacer de ella mi vocación, y con ello volver a darle forma a esas palabras.

Los poemas a diferencia de las novelas no logran conectarse rápido con el lector, muchas veces toma tiempo, pues en ellos no siempre reflejamos nuestra vida (del autor), yo en mis poemas reflejo sueños, fantasías, cosas que sé que nunca me pasarán pero que anhelo que a alguien les pase, historias que observo, sentimientos de otros, y aunque un poema logre ser tan breve, quiero contar una historia en el, quiero hacerlo parte de un pequeño mundo, del cual gustes, el cual comprendas, un mundo que te aleje de la mierda de mundo que sin querer creamos y no queriendo asumimos, ese es el motivo por el cual decidí dar a conocer mis poemas, sé que debí patentarlos, conversar con profesores, perfeccionarlos y tal vez mandarlos a algún concurso, pero este ser limitado por sí, prefiere humildemente publicarlos por este medio, publicarlos de poco en poco, y observar la respuesta de la gente, y sonreír con el solo hecho de saber que alguien se tomó 1 minuto de su tiempo y le dio una leída sincera, por accidente o por pasar el rato, pero que leyó algo mío, una parte de mi alma.