El faro brilla, la luna cuida

Me siento un faro, un gran faro cerca de la costa del mar.

Porque… un faro ilumina,

Así como yo que me era imposible ver entre tanta oscuridad, oscuridad donde tenía enterrada mi vida, tuve que aprender a brillar como nunca antes lo había hecho, tuve que aprender a ser un faro.

Porque… un faro guía,

Así como yo que pasaba mis días perdido, desconociendo hacia dónde avanzar dentro de mis laberintos mentales, tuve que aprender a ser mi guía para llegar a hacía ti, tuve que aprender a ser un faro.

Porque… un faro complementa,

Así como yo cuando era un ser con un hueco en el tórax que hacía sentirme vacío por dentro, podrido por fuera, a tal grado que incluso llegué a dudar sobre la veracidad de mi existencia, tuve que aprender a llenarme con mi luz propia, un ser completo, tuve que aprender a ser un faro

Porque… un faro da esperanza,

Así como yo que pensé que no sobreviviría a la tormenta de mi vida, pero en el horizonte me vi a mí mismo, con un brillo increíble que me transmitía la calma que necesitaba para seguir, tuve que aprender a ver más allá del diluvio, tuve que aprender a ser un faro…

Pero hasta el faro más brillante necesita de luz ajena que lo cuide, una luz perfecta…

Todo faro necesita de su propio faro, y para el mejor de mis ejemplos, yo tengo a mi luna.

Mi luna ilumina,

Mi luna guía,

Mi luna complementa,

Mi luna da esperanza.