Un sueño, una realidad

Un sueño, una realidad

Elvis

31/05/2019

Una vez alguien soñó que no tenía ojos. Al despertarse, quiso inmediatamente comprobar lo contrario, entonces, con gran alivio se dio cuenta de que estaba viendo su techo. Era uno de esos sueños surrealistas, nunca antes experimentado por él.

No logrando disipar su ansiedad, pronto salió de su casa, y fue a contarle a otro; éste al escucharlo, si no fuera porque se esforzaba en todo momento de mantener la conciencia de que lo que la historia que oía era sólo un sueño, no hubiera podido mantenerse en su realidad; así, tan pronto se hallaba sumergiéndose en la realidad de ese sueño podía volver al suyo propio, como cuando uno ve una película surrealista de terror, pero mantiene la conciencia de que es una película.

A lo largo del día, narró sus sueños a otras personas más, casualmente él siendo muy selectivo con las personas que trata, esta vez contaba su historia a cuantas se las encontraba; por supuesto, todos ellos quedaban desconcertados. No le costaba mucho repetir su relato; lo hacía queriendo compartir su ansiedad, atenuarlo en él, no queriendo sufrir solo.

Esa noche, el joven temía volver a tener aquel sueño, el recuerdo estaba latente en su memoria, como si apenas se hubiera despertado del sueño aquel. Tardó más de lo normal en irse a acostar, incluso ya en cama, se esforzaba por no dormir, hasta que, rendido por el sueño, cedió. Entonces, sí, aquello que tanto temía, sucedió otra vez; el sueño oscuro y espantoso. En sus sueños, tomando consciencia de aquello, hizo gran esfuerzo por despertar, sintió tan intenso su sobre salto y ensordecedor escuchó su grito casi infernal pero, al percatarse esta vez, ciertamente ya no tenía ojos…

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