La Dama solitaria tiene el sexto sentido de ver las almas rotas, las almas ardiendo en llamas desesperadas por salir de lo más profundo del pozo. Tanto como decir que su sexto sentido le da la libertad de ver a la gente muerta, que rondan entre los vivos, deseando ser liberadas de sus cadenas, de sus pecados, tanto están con sus almas rotas como con la carne putrefacta.

La Dama no siempre tuvo éste sexto sentido, sino que surgió en la edad de sus doce años, tras sufrir un daño muy grande, tanto para su alma como para su cuerpo. Se sintió que ya no era de ella misma sino del viento, tan triste, tan fría, tan frágil, tan solitaria. Aún muy en su interior se encuentra lo más bello que una vez fue.

Pienso que desde ese día resurgió de las cenizas como el ave fénix, pero ya no era la misma, ahora era la solitaria dama con el sexto sentido de ver el fondo de las almas, de ver la muerte con su mirada tan profunda, con su rostro tan bello y tan pálido a la vez…

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