En la noche
mientras fumo un cigarrillo,
veo las formas que hace el humo al salir cuando expiro,
me escondo arrepentido,
era el momento preciso de decírtelo al oído
Luz verde y sigues tu camino,
me pregunto si este es mi destino;
pero no me canso, sigo activo.
Te persigo, aún escondido,
pensando algún día,
dejar de ser tu amigo
y si al decirlo, no es correspondido,
de solo imaginarlo acelera mis latidos
Te miro y admiro,
al cruzar contigo la mirada, detenida te encontrabas en esa parada,
me preparo y alisto para el cara a cara
Las manos sudadas,
la garganta apretada,
no salen las palabras para romper hielo
Y escucho tu voz cálida decirme, suavemente
– Tú eres el que me ha estado siguiendo???
Sí, por un momento lo lamento,
al tartamudear lo intento:
– Toma, el otro día se te cayó esto.
– Gracias, muy bonito gesto, me acompañas
– Por supuesto.
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