LA TORMENTA

I

Silba con virulencia el viento

arrastrando tenebrosas nubes,

al enlutar el azul del cielo

brotan relámpagos fugaces.

II

Con sus destellos luminosos

quisieran al cielo encandilar,

sus fugaces estruendos

a la bóveda celeste hacen temblar.

III

Los animales del bosque

huyen despavoridos

buscando refugio seguro,

donde poder cobijarse

entre el frondoso follaje.

IV

Noche oscura y tenebrosa,

el silencio resquebrajado

por fuertes estruendos

de poderosos rayos y truenos.

V

La lluvia cae impetuosa,

su música armoniosa

quisiera despertar

el alma adormecida del paisaje.

VI

Sus gotas como diamante

penden por las ramas de los árboles,

correteando en alegres torrentes

soñando alcanzar su río de amores.

VII

Como león enfurecido

ruge la tormenta de ira,

al sofocante calor del verano

su constante lluvia va refrescando.

VIII

Mi alma por un momento,

lucha entre la tempestad y la calma,

entre sonrisas y lagrimas,

entre luces y tinieblas,

esperando paciente la calma.

IX

Que el pavor de la tormenta

no apague con su lluvia

la luz de la alegría,

y nos sorprenda

con ilusión el nuevo día.

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Autor: Fidel Tello Costero

07-05-2019

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