Aquí estamos los peregrinos,

Los que siempre somos,

Los que siempre hemos sido.

Los que harán la tierra bajo la luz del sol.

Aquí estamos los campesinos,

Los labriegos,

Los que huelen siempre a abono y a tierra fresca,

Los que ordeñan las vacas con las manos limpias,

Los que muelen el maíz y amansan bestias.

Aquí estamos los que se han ido,

Cruzando la frontera, nadando por el río.

Aquí estamos,

Los que mueren de hambre,

Los que padecen frío.

Los que hoy saben que son y mañana no serán nada.

Aquí estamos los que cansados vagan

Recorriendo los surcos en la tierra,

Y tratan de salvar lo poco que les queda de cosecha.

Aquí nacimos,

Los que uno a uno ven morir a su descendencia.

Aquí estamos los olvidados,

Los que en cada tiempo electoral

Resucitan de debajo de las piedras.

Aquí estamos los que se venden,

Los que se compran por necesidad o por mísera,

Los que salen baratos,

Pero con el tiempo se vuelven caros.

Aquí estamos presentes,

Perdidos en el olvido del pasado.

En el recuerdo de una idea lejana y casi incierta.

Los que en la palabra se quedaron sin voz,

Y en el destello de una mirada se quedaron asombrados.

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