De amor, política y de arte
De lo que quieras puedo hablarte,
en ese mismo instante contemplarte.
Puedo acercarme, acariciarte
una y otra vez
aunque en la tercera vez
necesite ya besarte
con esa misma pasión del primero de hace un tiempo antes.
Con la música abrazarte,
de la cintura tomarte
e ir de lado a lado sin detenerte
ni detenerme.
Sigilosamente trasladarte
deteniéndome solo a mirarte
viendo lo natural y radiante
que te ves sin maquillarte
Viajar sin descanso,
llegar al sol y esculpirte
para luego volver y mostrarle al mundo
tu hermosura allá en lo alto
Así, de todos los rincones observarte y dormir cuando el horizonte te rapte
para enaltecerte en otro país, otra ciudad, otra parte.
Tus labios ya brillantes
ese labial que lo resalta mostrando todos sus detalles.
Por un minuto escucharte
así, las palabras y letras se juntan creando un torbellino en forma de cadenas
que nos van de a poco envolviendo, quedando frente a frente y apasionarnos claramente.
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