No he dejado de escribir

1.

Con todos mis complejos, con mis ansiedades, con mis virtudes y aciertos te escribo, tal vez quieres saber de mí, tal vez no quieres hacerlo, solo debo decir que pienso en ti como si no existieran millones de cosas en qué pensar… y sigues siento tú la prioridad.

Extraño y diverso, único e inusual, a veces miro al cielo y otras al horizonte, siempre buscando una razón para volver a sonreír. Me gusta, me gusta ver todo eso plasmado en tus ojos, llenos de amor y de candor…

No tengo ya, tinta; tampoco tengo rimas ni tintero, solo un par de esbozos que nacen de lo que queda vivo en mi interior, a veces causa espanto ver dentro de mí, pero siempre queda tu recuerdo en mi memoria (y dicen que de la mente, las cosas van al corazón, así que…) ahí nacen nuevos comienzos, nuevas historias, nuevas ideas que me hacen sonreír.

Y en medio de mis oscuras noches y mis borrosos lapsos mentales, tu sonrisa y la idea de tomar tu mano me hacen tomar lápiz y papel, derramar alguna lágrima y decirte que aunque pasa el tiempo no he dejado de escribir, oculto entre mis poemas siempre hay algo exclusivo para ti.

2.

No me dejes caer, no te olvides de mí;

Día tras noche y noche tras día pensando en ti,
Buscando tus ojos y enamorarte otra vez;
Día tras día, noche tras noche hasta nuestra vejez.

No son muchos los años, ni muchos los daños,
Son tus anhelos el motivo de todos mis sueños;
Tenía días y años, minutos y cumpleaños queriéndote,
esperando un beso de ti, un motivo para seguir amándote.

¿Acaso sueñas conmigo?, ¿solo seré tu amigo?
Me preguntaba cada noche y cada madrugada;
Fue solo esa oración: “Ven y camina conmigo,
Ven y sé la luz, sé mi senda iluminada”

De noche o de día, dormido o despierto,
Mi ojos te ven y mis manos te sienten.
Que me devuelves la vida como lluvia al desierto,
Que me hablas a mí y tus palabras no mienten.

No me dejes caer y no te olvides de mí,
Que yo sin tu amor no puedo vivir.
No te dejo caer y no me olvido de ti,
Que tú mi amor, me has hecho sonreír.

3.

Te elegiría mil veces porque tú haces mis días un poco más alegre, porque sin buscarte siempre termino encontrándote, porque sabes exactamente lo que me gusta y lo que no.

Porque me haces sentir calma cuando todo a mi alrededor es un desastre, simplemente porque no hay nadie que me haga sentir como lo haces tú, te elegiría a ti porque tienes todo lo que busco, porque me gusta estar cómodo y tú eres sinónimo de eso, y te lo diré las veces necesarias hasta que entiendas que no hay nadie más y que te he elegido desde el primer día, siempre a ti.

4.

“Encuentrame, encuentrame y se tú mi delirio, mi pasión, mi vida entera.

No me dejes pasar, no te olvides de la ilusión que inundaba tu mente por las noches.

Ven, lléname de ti, de esas ideas que iluminan tu rostro al imaginarlas junto a mí. Encuentrame y hazme saber que soy yo a quién tú buscabas, a quién tú esperabas. Que tus labios no paren de besarme, que tus manos no paren de tocarme, que tus pies no cesen de traerte hasta mis brazos porque sin ti la vida no es vida, sin ti el frío se siente hasta los huesos y el calor es solamente un puñado de brazas humeantes que intenta apaciguar lo solitario de mis días sin ti.

Ven y bésame otra vez, ven y hazme volar sin despegar los pies del suelo, ven y déjame ver tus ojos brillar porque estás conmigo, ven y te haré saber que nadie hay en el mundo como tú, que tus cabellos son tan bellos como el cielo nocturno, que tus labios son más deliciosos que la miel pura, que tus palabras son como agua fresca a mi interior.

Tú me encontraste cuando estaba perdido y confundido, me diste felicidad y alegría; y usualmente me gusta que vuelvas a encontrarme, que vuelvas a iluminar mi rostro con tus locuras y tu amor; así que vuelve, ven y encuentrame.”