Ella y el vagabundo

Ella y el vagabundo

felip gonza

11/04/2019

El vagabundo les contaba historias de vida y muerte mientras alardeaba de cómo sobrevivía a ellas.

Ella, con sus historias de viajes por el mundo y sus distintas vivencias.

Él, aprovechando el día a día y disfrutando todo con lo poco que tenía pero siempre sonreía.

Ella, viviendo alocada de un lado a otro, sin descanso; ir al mall, comidas, reuniones y fiestas hasta llegar a su casa derrotada y cansada.

El vagabundo se despierta agradecido por vivir. Se levanta, toma su cama la dobla para guardarla en su carro, ya que éste será su asiento en algún lado.

Ella se levanta con el pie izquierdo cada día, su mente revolotea desde el despertar. Vuela de un lado a otro y el tiempo es su peor enemigo. La cama desordenada, pero se alista sin preocuparle, prende el carro y sale volando.

Él, lento y en paz.

Ella, rápida y fugaz.

Él, pide por necesidad, nació endeudado con el hambre.

Ella, derrocha por necesidad, la plata le sobra y le da igual.

El vagabundo la ve siempre en el mismo lugar y se dice ¡oh qué chica más bonita! pero siempre nota que tiene todo y la vez nada. Camina acelerada, seria y alocada.

Ella, lo ve siempre de pies a cabeza despectivamente: su ropa vieja, rota, sucia y porta todo lo que tiene a cada lugar.

Pero cada vez que lo ve, mira y piensa, él tiene nada y la vez todo.

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