Quiero acallar el silencio, que me dejaron tus antojos,
tus sentidos opuestos,
tu colección de muestras de afecto.

Quiero diluirme en los recuerdos,
que no quieren dejar que sean nuestro recuerdo,
pues tu tienen otros recuerdos que amas más.

Quiero entrar… en tu mundo y mil veces lo intento, diario lo intento como los cuentos de las mil y una noches. Así cada noche te escribo, cada noche te mando mis mensajes, te amo, te deseo, te quiero te anhelo.

En las noches de oscura ansiedad, tan solo me quedo aquí siempre escribiéndote, siembre pensándote, pero ahora ya no importa soy una estatua de cera blanca. Ya tan solo existo en este mundo, y me diluyo en el como una vela encendida que tarde o temprano se apagara.

Ahora soy feliz, porque la luz del alma se multiplico y escribió nuestras notas musicales. …Esas que culminaron en un arco iris de colores.

Mas a veces tu apagas los colores y me vuelves a diluir casi hasta desaparecerme, casi hasta olvidarte de que existe.

Después vuelves nuevamente intentas comunicarte, pero no entiendo mucho de ti. Te amo, te anhelo, te amo. Pero a veces me diluyes en tu extraña formas, hasta convertirme en uno más de tus lienzos.

cuelgo de una pared liza y me vuelvo pluma,
cordón,
madera,
dintel o una esfera de navidad.

Mas no me vez, no existo para ti como mujer.
Que no ves tengo deseos, tengo anhelos, tengo desenfrenos.
pero hace tiempo los metí en una caja de zapatos y los tiré por mi balcón.

Ya no busco romances, apasionados, ya solo escribo de ellos, porque ellos viven en mi mente, son mi mente. mi mente llena de amantes, de amores, de nostalgias, de flores blancas, de mariposas, de colore de verme al espejo, de deseos contenido, de mujeres de papel.

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