AMORES LIMERENTES II

AMORES LIMERENTES II

Israel Visso

30/03/2019

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Siempre odiaré la mentira, más aquella que nosotros mismos construimos; miserable condena atado al mar alterado a voluntad. Aquella mujer resplandecía, tan enérgica era que las nubes se abrían paso a su caminar, algo cayó dentro de mí al verla, ese sonido fue lo último que oí, un derrumbe.

¡Maldito pájaro se ha liberado!

–Ya llevamos un año deberíamos formalizar, mis padres se comprometieron a temprana edad, y aún sonríen.
– ¿Y deseas hablar de eso justo después del sexo?
–Es un tema que llevas esquivando ¡cobarde!
–Nena, no te atrevas, soy un boxeador de la vida, todo este cuento es un Uppercut, ya sabes, nadie quiere uno, no es necesario.
–Quiero casarme de blanco ¿lo entiendes?
– ¿Cómo en esas tontas películas? cariño, vamos!, solo es fantasía.
– ¡Desgraciado cobarde! Le temes al compromiso.
– Me causa misterio el compromiso, las personas suelen cambiar como si algo les impidiera expresar lo que sienten, me agrada el enigma, estaría feliz de intentarlo en algún momento, pero no, aún es muy pronto, cariño.
–Me engañaste por tanto tiempo ¿Para qué? ¿Qué ganaste?
–Tergiversas lo que dije. te quiero para compartir momentos que con el tiempo se hará imposible quitarlos de mi retina, no soy de las personas que dan todo de golpe, tú me pides eso, y no tengo de donde sacarlo.

«Entre el cielo azul y las estrellas rojas, ella se ha marchado.»

¡Regresa destructor de tranquilidad! ¡Regresa a tu nido!
¡Maldito escurridizo! ¿Lo llegaste a ver? ¿O llorabas?
Las mujeres solo nos traen problemas
Tuviste tu oportunidad ¡Miserable condenado!

Ven, cantaré contigo, beberemos un poco de vino
Invitaré a mi musa, le hablaré, te lo juro
No es que le tema, es que nunca me ha correspondido
¡No es el momento aún! grita, entre suspiros
Pero la he visto sonreír leyendo mi papiro
Y hace gestos como saboreando mis escritos.

No es mi falta, marinero
Yo encendí la chispa, ella hizo un cenicero
Y siguió llenando su alma de personas pasajero
Aquellas que se bajan cuando no cumples sus deseos.
Acércate, es hora de dormir mi amigo
Descuida también ansío el amor sin vacío
Ese que nos llena de vitalidad, sin dañar nuestros sentidos.
Te despertaré a penas encuentre ese suspiro.

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