Aprendiendo a volar

Aprendiendo a volar

Ignis

30/03/2019

Llegue esa tarde a casa, devastada y con el dolor a flor de piel, inundada en lagrimas que no querían caer, sin saber como levantar del precipicio en que había caído y seguía cayendo. Entonces te sentí, te acercaste a mi, me agache y te mire, te subiste a mis manos y te dije, lo siento pero el no volverá. Como si hubieras entendido lo que quise decir, te bajaste de mis manos y miraste hacia afuera. Sentí tristeza e impotencia, te tome en mis manos y salí al patio, te deje ahí y volví a entrar. Entonces recordé sus palabras… mamá, enseñemosle a volar, así un día sera libre. Me mordí los labios, salí al patio y te tome con mis manos, mis ojos se llenaron de lagrimas mientras te pedía perdón.

Pasaron los días, y por fin aprendiste a volar, fui al patio, te sonreí y echaste a volar. Entonces pensé, ya es tiempo, fui a mi cuarto, tome sus cenizas y me fui a la playa. Mis ojos se llenaron de lagrimas de nuevo, y le pedí a un viejo que tenia su lancha en la orilla que me llevara mas adentro de aquel gran mar. Vio mis brazos y su mirada se puso triste, me sonrió y me dijo, súbete. Me llevo lejos de la orilla, tome sus cenizas y sonreí, las tire al mar y le dije, tu pájaro ahora es libre, vos también lo sos.

Pequeño me salvaste de mi misma, y nunca podre agradecer lo suficiente, gracias a vos aprendí a levantar y abrir las alas.

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