Si no puedes conseguir lo que quieres,

Recuerda que, al menos, me conseguirías a mí.

Te seguiría a donde fueres

Para que para ti, siempre esté ‘aquí’.

Si quieres, pero no tienes a nadie a quién gritar,

Yo lo sería por ti.

Si el brillo del jade resbala por tus ojos,

Prepararía el río más brillante con esos elogios.

Si tuvieras siempre tu más acendrada alegría,

Nada más bello vería

Que tu sonrisa que en invierno me abriga,

Que esas rosas que magnifícan tan florido jardín,

Que por más vituperio que me diga

A mi amor no podré poner fin,

Ni a la preocupación que por ti tengo,

Ni al deseo de que tengas lo mejor que aún mantengo,

Porque cuando te miro, a una maravilla veo,

Observo oro que baja del cielo,

A un ángel que me cubre en el frío suelo,

A una rosa única vestida con el más lindo velo.

Sea cual sea tu desperfecto, no puedo verlo.

A tu sufrimiento no lo tolero,

Yo no puedo quererlo,

No puedo dejarlo ahí,

Prefiero tener todas las espinas en mí

A ver cómo te hieren a ti.

¿Por qué habrías de tener dolor?

¿Por qué habría de opacarse tu cálido color?

¿Por qué habría de marchitarse tu grandeza?

¿Por qué habría de corromperse tu perfecta simpleza?

¿Por qué unas cadenas te evitarían volar

Si no es digno de ti el caminar?

Soy la tierra que siempre te tendrá un lugar

Para que de un hogar

Tú puedas disfrutar,

Donde tu finas raíces puedas plantar,

Donde el tiempo que tu corazón te diga, podrás estar.

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