Rinconcitos

Rinconcitos

Andaluz

12/03/2019

Adoro los rinconcitos que se fueron armando en la casa, como si en realidad nadie tuviera una intención de dónde colocaba cada mueble, cada adorno, cada detalle. Siempre que tenía la oportunidad de sentarme al lado del fuego de la estufa, desprovista de todo pensamiento, me dedicaba a encontrar nuevos detalles en los rincones. Uno de mis favoritos está justo al costado de la chimenea, en el que cuelgan pequeños cuadros de diferentes países. Francia, Inglaterra, Italia entre otros. Lugares a los que nunca fui pero me imagino allí, quizás en otros tiempos. Lo peculiar de esta casa es que nos cayó como del cielo y la mayoría de las cosas simplemente se sumaron a nuestra vida y uno le fue tomando cariño, como a todo. Otro rinconcito que se aprecia desde la cercanía del fuego es al que llamo mi rinconcito, donde está mi mini computadora, los libros y una pequeña tuna que tengo un vaso, tuna que le robé a mi vecina y espero que jamás se de cuenta. También hay un Buda tallado en madera, ese gordito con sonrisa contagiosa que nos regalaron unos amigos brasileros. Es un rincón coronado por la luz del sol durante todo el día y para mi es especial.

Pegado a mí, está el rincón de Skar, que tiene su cama cómoda muy cerca del calor del fuego. Aunque siempre prefiere ir a dormir al cuarto de las nenas, once años y todavía no aprende a dormir solo. Terminando con la sala nos queda el rincón de las plantas, donde mezclamos tecnología y naturaleza. Armandole un microclima propicio nuestras plantas crecen felices. Luz, temperatura, riego, fertilización, ph Nico tiene todo bajo control. Yo lo ayudo y meto mano, me gusta tocar la tierra y deshojar de vez en cuando. Lo mágico es verlas crecer, verlas florecer siempre como agradeciendo el amor y la atención que les damos.

Otro rincón que adoro es mi mesa de luz, con un peluche de mariquita que me regaló Nico, fotos de las nenas y mi duende de la alegría que tanto amo. Es un rincón con algo de magia sin duda. En el cuarto también está el rincón de Nico, con sus mega parlantes que cada vez que escucha música nos tiemblan los vidrios y las nenas cierran la puerta del cuarto quejándose que no se escuchan los dibujitos. Es el lugar creativo de él, de dónde surgen sus mejores diseños y canciones, y se le pasan las horas descubriendo algún juego nuevo o misterio conspirativo. El cuarto de las nenas, que ya no tiene ni un solo rincón disponible entre el castillo gigante, las camas y los cientos de juguetes.

Si pienso en el resto de los rincones que quedan sin nombrar, en todos hay juguetes o cuadros archivados, como esperando su momento de gloria. Cuando nos mudamos a esta casa nos sorprendió la cantidad de cuadros antiguos, bueno todo era antiguo. Los electrodomésticos de cincuenta años atrás que todavía funcionan y me parecen geniales. Pero como iba diciendo, hubo mucha cosa que se tuvo que archivar, que dejar guardada en rincones y que a veces cuando uno anda limpiando y pasa por ellos siempre descubre algo nuevo.. Por suerte la casa no es muy grande, si no tendríamos más rincones para almacenar cosas que no usamos. A veces nos viene como una locura colectiva y nos damos cuenta que es hora de deshacernos de algunas de ellas.

Se estaba muriendo el fuego y volví en sí. Sentía como se desvanecían las imágenes de todos los rincones que fui nombrando. Skar me miraba como pidiendo que ponga más leña y no quedó otra opción pues el frío se empezaba a sentir en todos los huesos.

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