La chica mala que nos llevó a otros mundos insospechados

La chica mala que nos llevó a otros mundos insospechados

Indiana

25/02/2019

Trabajábamos hasta la alta madrugada tratando de hacer patria para deponer al tirano legalmente, constitucionalmente, y por demás, acorde con un nuevo artículo constitucional promovido mayormente por el propio tirano. Entonces, como nunca antes, podría desalojarse del poder a quien el pueblo ya no quisiera y ello fuera avalado por un referéndum revocatorio presidencial.

El sitio donde trabajábamos era prestado por un banco de mucha tradición, conservador, cuyo presidente también deseaba hacer patria. Allí, nuestra misión era validar firmas con la finalidad de reunir las suficientes exigidas por la ley para convocar el referéndum revocatorio presidencial. Y allí, todos teníamos la sensación de formar parte de algo importante, clandestinamente. Pero más que una sensación, esto en verdad era así, ambas cosas.

Luego de cada jornada, hoy pienso que por la emoción de lo que hacíamos, siempre con afán pero también muy centrados, y clandestinamente, terminábamos exhaustos. Sin embargo, el exceso de revoluciones no nos permitía irnos a dormir, y en su lugar, queríamos esparcirnos un poco para en verdad relajarnos.

Reynaldo y yo compartíamos muchos gustos “normales”, pero también extravagantes, uno de los cuales era el contacto, aunque apenas fuera breve y epidérmico, con los antros de drogas y prostitución. Porque ambos, sin acordarlo, intelectualizábamos esas ocasiones, sobre todo pretendiendo conocer de primera mano los perfiles psicológicos de todos esos personajes que aquí, allá y en todas partes, pululan en esos submundos.

Entonces, con ese ánimo y la mejor disposición para tomar efectivamente este contacto, la oportunidad se nos presentaba cada noche, cada alta madrugada, al salir del banco, en un sitio aledaño llamado “Bar Saxo”, abiertamente alusivo a “sexo” aún para el más lerdo de los seres humanos.

Entrábamos allí todos los días al final de la jornada de trabajo, siempre en la alta madrugada, con ciertas expectativas ocultas de segregar un poco de adrenalina y quizás, hacia afuera de nuestros cuerpos, algunos humores también. Esto último, de darse, nos terminaría relajando mucho.

Pero la cosa nunca iba más allá de lo que normalmente podría esperarse tras esas visitas nuestras al concurrido “Bar Saxo”, hasta que, sospechas fuera, un día, todo allí discurriría muy distinto, y sí, también, mucho más allá de nuestras expectativas, pues nos enteraríamos de unas cuantas cosas inimaginables y ciertamente perturbadoras, inquietantes.

Serían como las 4am y ya comenzaban a llegar al sitio las chicas malas (como Reynaldo solía referirse a ellas) de otros sitios similares de la zona, por demás bastante numerosos. Era la parada final antes del regreso a casa de estas chicas.

Conversábamos Reynaldo y yo pensando también en nuestro regreso a casa, cuando una de estas chicas recién llegadas se presenta ante nuestra vista y nos saluda alegremente. Era “Génesis”, mucho más conocida por Reynaldo de otro sitio similar, pero con quien Reynaldo había llegado demasiado lejos anteriormente, a mi modo de ver, en parte arrastrado por sus bajas pasiones, y en parte por su espíritu curioso, permanentemente curioso, bastante más que el mío, pues ciertamente Reynaldo era mucho más arriesgado que yo en sus exploraciones psicológicas.

“Génesis”, como muchas chicas que se mueven en estos submundos de la prostitución en las altas madrugadas, se le había presentado la oportunidad para servir de mula traficando cocaína hacia las antillas cercanas a nuestro país, lo cual había hecho con éxito en varias ocasiones. Y yo, al tanto desde hacía tiempo de esta peligrosa relación de Reynaldo con “Génesis”, le había aconsejado varias veces que tomara distancia de esta chica, o, preferiblemente, que cortara con ella. Pero Reynaldo había pasado por un período de soledad particularmente intenso cuando conoció a “Génesis” y llegó a involucrarse sentimentalmente con ella, por suerte a sabiendas de los riesgos que eso implicaba. Tenía en su cartera una foto de ella y la mostraba de vez en cuando a sus amigos más cercanos, pues se ufanaba de esa relación y frecuentemente hacía referencia a las particulares características del personaje. No tenía cara de prostituta ni de mujer de mal vivir, sino todo lo contrario: era bella sin dudas, siempre usaba lentes de pasta que la hacían lucir como una joven intelectual, y además, lo cual no se veía en la foto que siempre portaba Reynaldo, “Génesis” había sido bendecida con un cuerpo de venus rediviva, que atraía todas las miradas.

Pero aquella madrugada, “Génesis” luego de saludarnos quería informarnos con urgencia algo que le había acontecido el día anterior.

Durante varios días seguidos, ella venía viendo en el sitio a dos personas que sólo veía regularmente en otro sitio muy distinto, completamente diferente al “Bar Saxo”, pues se trataba de una sala de conferencias alquilada a cualquier público en un pequeño centro comercial de la ciudad, a la cual“Génesis” venía asistiendo los meses más recientes, porque ella también era aficionada a la Q’bala esotérica y estaba tomando un curso planteado en principio para un año de duración, luego extensible según los todavía asistentes y sus intereses de ir más allá en los conocimientos cabalísticos.

A “Génesis” no sólo le había llamado la atención ver a estos personajes en sitios tan distintos, sino que a ellos le había ocurrido lo mismo con “Génesis”, la habían abordado varios días antes en el “Bar Saxo”, pero el día anterior la habían perturbado mucho diciéndole algo, de todo lo cual ella quería informarnos a Reynlado y a mí aprovechando la ausencia de los dos personajes aquella madrugada en el “Bar Saxo”. Y es que luego del alegre saludo, “Génesis” se mostraba bastante atemorizada ante Reynaldo y yo, y daba la impresión de que cuanto antes quería contarnos todo a Reynaldo y a mí.

Según “Génesis”, desde que vio a estos dos personajes en el “Bar Saxo”, y todos los días menos el anterior, los tres sólo habían hablado alegremente sobre su graciosa coincidencia en este sitio, nada que temer, pero el día anterior, un personaje por ella desconocido se encontraba con los dos personajes desde que ella entró al “Bar Saxo”, y al acercarse a sus dos conocidos la actitud del grupo sin dudas no estaba en el mismo contexto del de las alegres charlas con sus dos conocidos, y por el contrario era grave y hasta amenazante hacia ella. Entonces, los tres personajes parecían imperiosamente urgidos de que “Génesis” borrara completamente de su pensamiento aquel encuentro entre los tres personajes.

Atando cabos muy posteriormente, el personaje desconocido por “Génesis” formaba parte de un círculo hermético del cual nadie podía tener conocimiento, ni siquiera los dos personajes conocidos por él, pero “Génesis”, sin ella saberlo, procuraba un indeseable eslabón entre quienes podían conocerse y quienes no, y por supuesto, entre lo que podía saberse y lo que no.

“Génesis”, al margen de sus andanzas en los submundos de la ciudad durante años, tenía cierta inteligencia verdadera, lo cual le había salvado de ser eliminada el mismo día que el tercer personaje entró en escena, es decir, el día anterior. No estoy seguro de cómo lo logró, pero probablemente pactó algo arriesgado, frágil para ella, pero que le permitió sobrevivir al menos hasta el día siguiente.

Hasta aquí bien cabía imaginar que pudiera tratarse de, muy probablemente, círculos mafiosos cada vez más herméticos entre más cercanos al capo mayor, y, también muy probablemente, ligados al narcotráfico a gran escala.

Pero no.

Igualmente atando cabos mucho después, los tales círculos eran conexos con una mezcla de cosa esotérica con contrabando de armas, a escala pequeña en lo numérico, pero muy grande en cuanto a los objetivos que se proponían alcanzar con esa armas, bajo supuesto de estar “justificados de manera”: había llegado la hora de hacer justicia en el país y la única forma de acometer esta tarea era, irremisiblemente, a través del uso efectivo de las armas, es decir, no de la amenaza de tenerlas.

Para nuestra sorpresa, había un más allá de todo esto. Ello sabido también mucho después, dos círculos herméticos se habían puesto en riesgo de ser descubiertos, en principio sólo por la inocente presencia de “Génesis” en el “Bar Saxo” : el conexo con las armas que habrían de hacer justicia para el país, “el más elemental nivel de verdadera justicia”, y luego un “segundo nivel de justicia” , de mucho mayor alcance, conexo con la migración del Grial a nuestras tierras, y la aplicación delos conocimientos en él contenidos para liberarla de todas las tiranías enquistadas en el continente americano.

El “Bar Saxo” funcionaba como una mampara ideal, tras la cual físicamente se accedía, secretamente, a otros espacios donde tenían lugar las reuniones de ambos círculos herméticos, ambos destinados a un mismo objetivo, pero en dos niveles-etapas: primero la liberación del país mediante el uso efectivo de las armas, y luego la liberación del continente a través de la aplicación de los conocimientos contenidos en el Grial.

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