Aleatoriedad mental

Aleatoriedad mental

Matías Catoira

29/03/2019

Comienza una vez más la aventura exótica de mi mente. Sin rumbo por lugares lúgubres me acuerdo de esa vez tocando las puertas del infierno.

El calor que emanaban esos cuerpos sedientos de codicia, venganza e ira era extremadamente atroz. Con tan solo observar sus ojos podía recapacitar en que el misterio de la vida es más cómodo que la perdición del alma.

Sin ir más lejos, puedo asegurarte que somos inocentes hasta cuando creemos ser expertos en la experiencia obtenida. Suena raro, lo sé, pero… ¿Por qué ignorar que los únicos que tienen el privilegio de no ser inocentes son los que ya no están?

Con pensarlo dos veces ya podes buscarle la vuelta de rosca que le falta a tu mente insensata. Por eso sigo afirmando que toda alma juzgada es más experta que cualquier humano vivo.

No sé si será por lo que creemos ser, o lo que pretendemos ser… pero hay algo que no nos deja liberar nuestra mente al máximo.

El provecho que podríamos sacarle a nuestro cerebro sería casi idéntico que exprimir una naranja, a menos que todavía estés en época de maduración. Aunque analizándolo bien, no hay individuo maduro, sino experto (volviendo a lo de antes).

Pero… ¿Por qué? ¿De dónde puedo afirmar esto? Bueno… es tan simple como tropezarse varias veces con la misma piedra, llega un momento en donde terminas de entender que antes de pasar por ahí debes mirar el piso, o aún mejor, esquivar el camino desequilibrado. Esto también llevaría a buscar nuevas alternativas para pasar por ese lugar, o también a percibirlo inconscientemente.

A lo que quería llegar es que sin la experiencia no se puede lograr un manejo fácil de lo deseado, a menos que seas una eminencia super dotada.

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