Increíble pero aparentemente cierto

Increíble pero aparentemente cierto

Indiana

20/02/2019

Sobre el grande General José Antonio Páez, venezolano, prócer de la Guerra de Independencia.

Al parecer, el muy cultivado General José Antonio Páez, pues aparte de ser un jinete experto y diestro lancero a caballo, dominaba varios idiomas al punto de haber hecho traducciones del francés al español; tocaba el violin y la mandolina; fue conocido masón pionero e instalador de distintas logias y Grandes Colegios Masónicos que se proyectan hasta nuestros tiempos con fuerza y vigor; y algunas otras «menudencias», cayó de su caballo en la cruenta batalla de Carabobo librada el 24 de junio de 1821 (hubo una anterior, en 1814, también en Carabobo, igualmente ganada por los republicamos).

Pero cayó porque en plena batalla sufrió algún ataque, quizás epiléptico, los cuales eventualmente lo hacían desfallecer.

Sin embargo, del suelo de las llanuras del Campo de Carabobo fue alzado por un par de soldados, y puesto a salvo del lado del ejército patriota…

…por un par de soldados del ejército realista….

¿¿¿???

El mismo José Antonio Paéz dio alguna declaración posterior a este hecho, en la cual reveló que él mismo nunca había entendido por qué estos soldados realistas hicieron eso, y agregó alguna frase brillante a la larga lista de frases brillantes suyas, que por los momentos yo no alcanzo a recordar, pero era relativa a que, gracias a ese afortunado rescate, él pudo continuar llenando páginas de la historia de Venezuela, por demás plagada hasta el sol de hoy de multitud de héroes de todos tipos.

La mejor explicación, acaso la menos insatisfactoria, es que para el momento de esa batalla de Carabobo, ya Páez era conocido y reconocido como un héroe muy bravío, tanto por realistas como por republicanos, y como tal era tratado con sumo respeto y especiales consideraciones por todos. Era un noble, un valiente, un semidiós que tenía «areté».

Conocida esta peculiar y asombrosa anécdota, resultan aún más rechazables las pretensiones de los truhanes mentirosos del régimen, empezando por el «Iluminado de Sabaneta», para tratar de cambiar la incambiable historia de Venezuela, haciendo parecer a Páez como un traidor a Bolívar y su proyecto de la Gran Colombia, a propósito de todo aquello de «La Cosiata» acaudillada por él y ejecutada por Luis Alfredo Lays en 1826, etc., etc., cuando para algunos, como yo, es nada menos que el verdadero «Padre de la Patria» llamada Venezuela, ese gran pedazo de tierra que se zafó del resto de la Gran Colombia.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS