Ranótika (cuento infantil)

Ranótika (cuento infantil)

Edu

17/02/2019

Las dos ranas llegaron al precipicio.

_Croac, aquí se separan nuestros caminos esto lo tengo que saltar yo sola_  Dijo una de las ranas_

La otra miró hacía abajo y no veía lo que había más allá de la niebla.

“No, hemos llegado aquí juntos y saltaremos juntos _ Respondió la otra con mucho miedo.

Juntaron sus ancas y saltaron….

Varios días antes, Ana, una niña de ocho años se iba al campo a vivir con sus padres, dejando atrás sus amigos de la ciudad.

“No entiendo nada, en la ciudad tenía mis amigos, mi colegio y aquí no hay nada solo árboles”_ Iba diciendo Ana visiblemente enfadada.

“Papá y mamá tienen que ir a donde está el trabajo cariño, ya verás como aquí encontramos cosas divertidas que hacer y encima disfrutamos de la naturaleza”_ Dijo la madre sonriendo_

“Puff no me gusta nada” _ Replicó Ana moviendo la cabeza y poniendo el labio inferior por encima del superior_

Al fin llegaron a la casa, a los lados prados, enfrente bosque y nada más.

“Buff”_ suspiró Ana_

“Id a dar un paseo mientras voy colocando cosas y así váis conociendo el entorno”_ Les dijo el padre mientras abría el maletero del coche.

Ana y su madre salieron a dar un paseo hacía el bosque, los conejos saltaban a su alrededor cosa que empezó a animar a Ana. Llegaron al bosque y otros pequeños animales corrían a su alrededor o escalaban árboles. Llegaron a un rio y allí había ranas.

A Ana la hicieron mucha gracia y decidió que se llevaría una a casa para que la hiciera compañía. La costó muchos intentos pero una, sorprendentemente, se dejó coger. La llevaba en la mano tranquilamente y volvieron a casa.

El padre había preparado huevos con patatas fritas en claro gesto de agradar a Ana que le encantaba.

Cenó, se tomó su cacao y se fue a la habitación a ver como estaba la rana.

“No sé qué comen las ranas” _ Pensó Ana y se puso a llorar pensando que se la moriría de hambre_

“Croac, ¡schss niña! no llores, ven”_ Se oyó _

Ana miró hacía todos los lados, creía que era su padre haciéndole una broma.

Niña , en la caja ¿Me oyes?”_ Otra vez esa voz grave y gutural_

Ana miró en la caja y la rana estaba con la cabeza levantaba y movía la boca.

“Niña, en realidad soy un príncipe si me besas te colmaré de riquezas, además soy muy apuesto.

Ana rápidamente fue a por un pintalabios rojo de la madre y se pintó los labios, causándose un gran destrozo y pareciendo mas un payaso que una niña que se pinta los labios.

Fue hacía la rana la cogió y le dio un beso.

De repente ella empezó a empequeñecer hasta llegar a la altura de la rana, saltó de la mesa y fue hasta un espejo. Ana se había convertido en rana.

“Lo siento pero necesitaba una ayudante para el camino que tengo que recorrer”_ Dijo la otra rana riéndose.

“¿Ahora qué hacemos? «Preguntó Ana, aunque sin hablar_

“Primero tenemos que ir a la reunión”_ Respondió la otra aún riéndose” Yo me llamo Ramón ¿Tú?.

“Yo Ana, mis padres me echaran de menos”_ Respondió Ana_

“Por eso no te preocupes, sígueme ”_Dijo Ramón dando pequeños saltos_

Ana lo siguió dando también saltitos, al principió la costó acostumbrarse pero tardó poco en hacerlo perfectamente.

Cuando salieron de la casa una mujer vestida de blanco, casi transparente, puso una mano en la cama de Ana y creó una niña igual que ella, aunque la salió un poco defectuosa.

Las dos ranas llegaron al amanecer a un claro en el bosque donde empezaban a llegar más animales.

“¿Qué son esas cosas pequeñas, verdes y feas? «Preguntó un conejo que había subido a un tronco.

“No puedes insultar ni hacer de menos a nadie porque sea diferente a ti, todos estamos aquí para luchar por un bien común y todos somos iguales” _ Le respondió otro conejo que tenía al lado.

Pronto llegaron zorros, ciervos, mofetas todo tipo de animales. Cuando estuvieron todos de un hueco del árbol salió un conejo con las barbas blancas, gafas y apoyado en un bastón.

-Dicen que tiene tres mil años- Le dijo Ramón a Ana en voz baja_ Ana se echó a reír.

El conejo con cara de sabio comenzó a hablar.

“Animales del bosque estamos en uno de los momentos mas difíciles que nuestra naturaleza haya tenido, los seres humanos quieren tirar todo este bosque con las consecuencias que ello va a tener muchos moriremos bajo las máquinas y los demás de hambre. Decreto un tiempo de tregua entre nosotros sin perseguirnos ni comernos.”

En ese momento una mosca volaba por donde Ramón, este sacó la lengua y la atrapó.

“¡Ramoooon!_Gritó el conejo sabio_

“Tenía hambre”_ Dijo la rana entre abucheos de los demás animales.

“Bueno ya sabéis el plan; vosotras las ranas id a buscar a los sapos de la charca apestosa, los zorros a los lobos de los montes, los ciervos a las cabras montesas” y así fue detallando el trabajo de cada uno.

En casa de Ana el ser que la suplantaba era extraño, hablaba poco y expulsaba muchos gases, los padres lo achacaron al cambio y le dieron un tiempo.

Las dos ranas se fueron dando saltitos y pasaron cerca del pueblo, Ana dejó la mirada fijo en un grupo de trabajadores que estaban hablando, dando saltitos llegó hasta ellos. Uno era su padre, además era el encargado de la obra. Ana se quedó escuchando.

“Bien aquí va el campo de golf, por esta zona el parque acuático, primero tienen que empezar los que talan los arboles y después entrarán los demás”_ Decía el padre de Ana con el dedo en un mapa_

“¿Los animales de la zona?_ Preguntó un trabajador_

“Bueno, los débiles morirán bajo las máquinas y los demás buscarán otro lugar donde vivir” _ Respondió el alcalde del pueblo que estaba allí_

Ana escuchaba la conversación con mucha tristeza.

“Papá ¿Qué estás haciendo? «Preguntó Ana_

El padre de Ana veía como una rana le miraba croando, le miró y enseguida apartó la vista.

Ana se dio cuenta de que no servía de nada y volvió donde Ramón. Avanzaron a saltitos por el bosque.

“¿Por qué tenemos que ir a buscar a los sapos a la charca apestosa?”_ Preguntó Ana dando graciosos saltitos_

“Ya lo verás”_ Respondió Ramón_

De repente oyeron un ruido que a Ramón le ponía de los nervios “bsss, bsss”

“¡Una serpiente, hazte la muerta”!_ Gritó Ramón_

Se tumbaron panza arriba, creyendo así que la serpiente las daría por muertas y así no se las comería. La serpiente se acercó y dijo.

“¿Os creéis que soy tonta? Llevamos muchas generaciones comiendo ranas para que me engañéis, soy muy lista” y se tragó a Ramón.

“Pero bueno, suéltale tenemos un misión que cumplir y tenemos un tiempo de tregua sin comernos los unos a los otros”_ Dijo Ana a la serpiente_

“Tengo hambre” _ Respondió ella tragando_

“Mira, hagamos una cosa ya que eres muy lista te pongo un acertijo, si lo aciertas me comes a mi también y si no la sueltas”_

“De acuerdo” _

“Mmm ¿Qué animal es negro por fuera amarillo por dentro, pequeño pero matón”?_ Preguntó Ana_

La serpiente se quedó pensativa “Por un lado solo conozco un animal que podría ser pero otros datos no concuerdan, podría ser el ppppppp”

Ana trago saliva.

“El pollo” _ Dijo la serpiente » si es el pollo».

“No, es el pollito ninja”_ Respondió Ana con chulería_

“¿El pollito Ninja?” Eso no existe_ Argumentó La serpiente enfadada.

“Si, yo una vez vi uno” suelta a mi amigo.

Al final la serpiente lo soltó y se fue reptando.

El pueblo se iba llenando de gente en contra de lo que iban a hacer, era lo único que quedaba de naturaleza por la zona, además de acabar con la vida de miles de animales. Poco a poco la situación del pueblo se fue viralizando por las redes y cada vez acudía más gente a manifestarse.

Ramón salió lleno de jugos gástricos de la serpiente.

Y siguieron saltando hasta llegar a un rio.

“Bueno, aquí tenemos que ir saltando por esas plantas que ves en la superficie del agua”_ Expuso Ramón, mirando el rio que corría muy rápido “Un mal paso podría ser fatal, obsérvame». Concluyó.

Y se fue dando saltos de una planta a otra hasta que llegó a la otra orilla.

“Buff “dijo Ana y saltó sin pensárselo dos veces. El primer nenúfar al que llegó se movía mucho pero se estabilizó. Saltó al segundo, al tercero y al llegar al cuarto estaba algo resbaladizo intentó mantenerse sobre él pero cayó al agua.

La corriente del rio se la llevaba rápidamente hacía abajo cuando consiguió mirar por encima del agua vio que no muy lejos había una catarata.

La corriente la seguía llevando a mucha velocidad hasta que de repente se estampó contra algo, era un tronco y se quedó pegada a él con las ancas extendidas, el dolor era intenso pero consiguió subirse al tronco. Este llevaba a la otra orilla y al fin consiguió llegar hasta ella.

Se tiró al suelo panza arriba con las ancas estiradas tomando el sol y descansando, a lo lejos venía Ramón dando saltitos.

“Creí que te perdería”_ La dijo este_

“Aún no amigo, descansemos aquí un rato”. Se tumbaron los dos, panza arriba a tomar el sol.

Cuando despertaron siguieron su camino y se encontraron con una carretera.

“Ahora viene lo peor porque esto no es natural aquí murió pisoteado mi primo Juan, era una buena rana”_ Comentó Ramón visiblemente triste. “Tenemos que cruzar rápido.

Empezaron a dar saltitos lo más velozmente que podían. Cuando llevaban casi la mitad notaron como temblaba la carretera, un coche venía a toda velocidad.

“¡Corre Ana corre!” _Gritó Ramón. Pero el coche venía muy rápido y las pasó por encima.

Cuando el vehículo terminó de pasar las dos ranas salieron al exterior, se habían quedado en medio, entre las ruedas.

El pueblo seguía llenándose de gente exigiendo que paralizaran las obras del complejo deportivo y de ocio que iban a construir destrozando todo el bosque pero las máquinas ya habían empezado a cortar los árboles . El conejo anciano salió del hueco del árbol y negó con la cabeza.

Las dos ranas siguieron su camino y llegaron a un precipicio.

“Croac, aquí se separan nuestros caminos esto es peligroso y lo tengo que saltar sola”_ Dijo Ramón_

Ana miró hacia abajo y solo veía niebla pero subía un olor hediondo, aquello debía ser la chaca apestosa.

“No, ya he llegado hasta aquí y llegaré hasta el final contigo”_ Respondió Ana_

Juntaron las ancas y saltaron, enseguida cogieron mucha velocidad y se colocaron con la cabeza hacía abajo, las bocas se les estiraban hacía atrás.

Al fin Ana divisaba a lo lejos la charca, intentaron colocarse para caer sobre ella lo cual no era nada fácil pues el viento las movía. Poco a poco iban divisando la charca, se movían apuntando bien para caer dentro del agua.

¡Chof! Se zambulleron en el agua, salieron embarrados, apestosos y vieron a un sapo.

“Podíais haber bajado por aquella rampa ”_Les dijo este señalando hacía atrás_

“Haberlo dicho antes. Ha llegado el día pero pensé que seríais más”_ Comento Ramón_

El sapo silbó y salieron cientos de sapos de entre el lodo” ¿Le parece bien señor?” Le preguntó el sapo con ironía.

Subieron la rampa y fueron saltando hacía la zona de reunión, por el camino se les juntaron culebras y demás seres anfibios.

El pueblo estaba ya lleno de gente exigiendo la paralización total de las obras pero las máquinas seguían trabajando. En el cielo cientos de aves se empezaron a congregar, miles, todas excepto las palomas porque echarían sus heces sobre la ciudadanía y no les interesaba.

De repente alguien que estaba en la manifestación dijo” Mirad” señalando a la ladera y al bosque.

Cientos, miles de animales bajaban hacía el pueblo y se pusieron en medio de la carretera impidiendo el movimiento de maquinaria.

La gente no daba crédito a lo que veía, la situación cada vez se viralizaba más.

A los dos días llegó una orden del presidente regional con la obligación de paralizar las obras.

Los animales se retiraron tranquilos a sus hogares, terminando así la tregua que tenían entre ellos.

Ana y Ramón se quedaron en la carretera.

“Bueno amiga es nuestra despedida, muchas gracias por todo y ya iré a visitarte”_ Dijo Ramón algo triste_

“¿Pero qué hago yo así?_ Preguntó Ana_

“No te preocupes_ La respondió Ramón dándole un beso y se alejó dando sus graciosos saltitos.

Ana se quedó sin saber que hacer, era una rana. De repente a lo lejos vio una mujer casi transparente, se acercó a ella, la cogió con cuidado y la dio un beso en la boca.

Y Ana volvió a ser Ana, aunque sucia y con la ropa rota. Llegó a su casa de esa guisa y la madre la dijo “¿De dónde vienes así?”

Ana se fue al baño y dijo…” Si tú supieras” y se echó a reír.

Al final consiguió el titulo de parque nacional y jamás se volvió a molestar a aquellos animales, la naturaleza hacía girar su circulo.

Fin.


[U1]

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