DE LA ERA (3)

PLANETA KHI

Era un planeta desastroso. El planeta KHI es un lugar donde sus habitantes no se cuestionaban lo que sucedía a su alrededor, además, seguían masas estúpidas y creían todas las cosas que la grande élite solía contar o manejar.

¿Creían que los poderes de un mandatario, de la rama política, podía ser un verdadero avance de la población?

El verdadero avance de la población sería cuando todos dejaran de obedecer, de seguir la masa, de tratar de caer bien al otro.

El poder político se centraba en que una persona escogida por el pueblo (en la gran mayoría del planeta) tendría el poder mayoritario sobre su población, es decir: escribiría leyes por las preocupaciones del pueblo, firmaría pactos por su país, estaría cien por ciento comprometido con las luchas sociales de su país, pero no es así en todos lados…

Algunos mandatarios buscaban tener poder para implementar sus pensamientos hacia toda su nación, pasando a llevar a miles de habitantes, sin conciencia ni empatía.Algunos mandatarios querían firman pactos que solo le convenían a su propio pensamiento.

¿Qué pensaba aquel habitante, que era escogido por su nación, su país; en querer tener sus pensamientos a flote y entregar una conducta que todos tenían que seguir, ¿y aprender de ella?

Aquel poder social: el mandatario, manejaba también la nación a través de la economía. Un mandatario se centraba en que en su territorio existiera un buen flujo de dinero para que la población tuviera grandes esperanzas de vida. Querían que a través del dinero que generaba la economía, ésta se repartiera entre todos los individuos de la población.

Una parte de la economía trataba de que el individuo tenía que estudiar, graduarse, trabajar con una economía fija.

Y así es… Todos tenían que tener una economía fija que le entregara un monto fijo para que le alcanzara a vivir durante un periodo entre 28 a 31 días de 1 a 12 meses. Aquel monto entregado por el lugar de trabajo, a través de un depósito de medios electrónicos o de papeles firmados por el jefe, servía para alimentarse, pagar el agua que se consumía, etc.

¿Y serviría la economía de esta manera?, se preguntaban un 2% porciento de la población, entre más de ocho mil millones como resto de habitantes.

Política, economía. Dos puntos que no servirían para la construcción de una sociedad igualitaria. Ahora, el problema era buscar una solución para que al no tener economía, ni política: poderes que supuestamente mantienen el control de los territorios; construyeran una nueva forma de construir una sociedad mejor…

Otro punto que añadieron también de descarte fue la religión.

Muchos hablaban de que la religión tuvo un momento de mucho control sobre todos los habitantes, pero llegó aquel punto en que todo se dejaba de creer, sobre todo mientras uno crecía y se retroalimentaba de más conocimiento y experiencias. ¿Podían creer en que un dios lo había creado todo, siendo que existían miles de habitantes hace millones de años, que no tenían ni la mínima idea de cual sería su futuro, ni por que estaban allí, o si tan solo la historia de este planeta fuera toda una mentira, y en realidad todos aquellos cráneos de antepasados que se encuentran, son craneos de los habitantes reales de este planeta, y nosotros somos aquellos seres de otras galaxias que se comunicaban con ellos? ¿Si nuestros antepasados son semillas de seres de las galaxias y tenemos la misión de estar aquí para que ellos vieran que algún cambio se puede hacer?

Nunca habría un cambio por parte de nadie. Y esa es la verdad absoluta, por lo menos no hasta cien años más, dónde ya todos entiendan que se puede hacer algo mejor con su propio planeta: tener conciencia con el espacio del planeta.

Aquí entran de nuevo los políticos: tener conciencia del planeta donde vivimos, no ver todo con ojos de verdes de dinero, no todo cambiar con un pedazo de papel, no todo ser seres incompetentes, sin conciencia ni empatía.

Lo más probable es que hayas leído algo totalmente incierto, con tantos argumentos que no se sostienen, son solo palabrerías de mi mente, que algún día entregaría aquel sonido en el espacio, la mente en blanco, el silencio, la empatía y lo menos nefasto. Entregaría sus enseñanzas a los grandes y pocos maestros que el mismo ha guiado…

Son palabras del sonido cósmico, de la naada misma.

Serán esferas para que aprendan todos, para que un pequeño porcentaje de la oblación que quisiera liberar todas sus emociones, sin tener algo que los atraiga al planeta y solo quieran vivir en armonía con ellos, ¿pero aún así creyendo y respetando al planeta?

Creo que, por más de ser parte de esta galaxia, el tratar de entender algo es sumamente distinto.

Entender va a más allá. Vas en que aprendas cualidades de respeto, de empatía y satisfacción personal… Solo tienes derecho a decir que entendiste sieres consecuente con tus propios pensamientos y no haces nada por la masa: ese será un verdadero entendimiento-el auto reconocimiento.

Aquel todo parecía roto, quebrado y poco apreciado.

Mientras pasaban miles de personas a los alrededores de carpas de colores con productos nobles, de la tierra, hechos por uno, con algún porcentaje de una ciudad de una nación; nadie tenía ni un solo interés por cuestionarse que nuevo estaba viendo.

¿Si aquella ciudad decía ser un aporte para los emprendedores? ¿Si aquella ciudad decía que quería llamar la atención de todos, pero aún así hacían falsas promesas?

Y ahí otro error. Falsas promesas, por solo conveniencia.

En aquel lugar de mares de ciudadanos, con juegos incrustados bajo árboles frondosos y caminos arenosos, con hierba en sus zonas de descanso y las carpas instaladas; algunos espectadores solo visualizaban y seguían una rutina continua:

Se acercaban a algo que les llamaba la atención, preguntaban, se alejaban o compraban.Lo más raro es que los últimos días en la ciudad se notaban raros y los aires pesados.

Los ciudadanos no estaban con ganas de fomentar un comercio diferente, dónde todos saldrían beneficiados: donde estarías aportando a una economía diferente, un modelo propio y la vida libre de un trabajador.

¿Sería trabajador libre aquel concepto?

“Yo soy emprendedor.

¿Emprendedor a que te refieres?

Soy aquella persona que trabaja libre, con horarios distintivos, con mi propio ánimo y exigencia propia. Nadie me manda, ni yo mando a nadie. Doy un cien por ciento de mi sacrificio para ganar resultados, aunque algunos días no tenga ni para comer, por lo menos tengo para devolverme a mi hogar, donde tengo refugio.

Aquella vida del trabajador libre: sacrificio para obtener resultados, ni, aunque las ganancias suban para siempre, el mismo espíritu ha de seguirse”

Otros tenían aparatos que funcionaban cargador con batería eléctrica, y solían ocuparlos de modo de entretención, de trabajo, de enseñanza, como avance orgulloso de su nación.

¿Estarían equivocados?

Claro. Aquellas aplicaciones instaladas en los aparatos de bolsillos llegaban a ser tan poderosas, que la información subida sería parte de una mentira o un control poblacional. Estas aplicaciones subían información que solo convenía subir, y no hacían público las verdaderas a la nación. El sistema de información también sería controlado, para que solo un porcentaje de las verdaderas salieran al aire o que se supieran cosas de su país y lo que sucedía en la ciudad o el pueblo. Alimentaban con noticias falsas y además con imágenes que trataban de alimentar el ego, la burla, la falsa esperanza, etc.

Todos tenían uno, y el que no tenía era parte de las burlas o las miradas extrañas.

Cada vez se hacía más grandes, o cada vez disminuían más sus tamaños. Algunas veces le daban más carga otras veces le incrementaban más su inteligencia.

Con este tipo de aparato podías comunicarte con quien fuese en el planeta, con facilidad de conectarse a una red común para hablar con todo… El único problema es que aquella señal que este aparato captaba, era privatizada por los dueños (adivinen quien): pues de la misma economía.

El problema estaba en que no todos lo usaban para el mismo propósito. Como decía anteriormente, algunos lo usaban como objeto de burla, de risas y hostigamiento hacia los demás.

Lo usaban para des-aburrirse y no para aprender nuevas cosas con toda la información subida a una red (el porcentaje de información no se sabe con exactitud)

Se subían imágenes a diario burlándose de sucesos, entregando información, mostrando videos con realidades de las cosas sucedidas o tapan también sucesos que nadie quería que se supieran. Por lo tanto, la población estaba manejada, por temor a que no pudiera la población por si solo ser auto suficiente, o tal vez estaba manejaba para que el que sabía más que el otro, encontrara algún día la respuesta verdadera y se lo comentara a todos.

No crean que no existan seres así en este planeta, a ellos mismo se le ha llamado dioses hace millones de años atrás, solo que ahora se ha dejado de creer en ellos, pero aún caminan a nuestros lados.

Una pequeña semilla que caía cielo por cielo, gota por gota, nube por nube; era succionada por una energía cósmica, dónde flotaba la mayor parte del tiempo en aire, hasta que era tiempo en que la semilla brotara para avanzar en este lugar.

Muy pocos eran aquellos distintos a los demás: “no mantenían un apego hacia lo material, vivían en la naturaleza fuera de la contaminación, vivía el presente rezándole siempre a las energías galácticas, apreciaba todo lo sucedido y se cuestionaba, observaba cada detalle sin pasarse ninguno”

El Planeta KHI solía ser centro de investigación de otros planetas de la galaxia. Componía una flora y fauna muy exquisita y variada a diferencia de otras zonas de la galaxia.

Los habitantes Khiyadianos solían ser de estatura promedia aproximadamente en edad adulta desde los 1.75 metros hasta los 2.00 metros de altura. Componían sus razas con distintos tonos de piel, de ojos y cabello. La raza Khiyadiana también era exquisita en cultura y en genes.

Como solía ser centro de investigación de muchos lugares, más que alguna nave podía verse deambular por las noches (pero siempre en los lugares más solitarios y alejados de la ciudad). Aquellos que visitaban KHI para las investigaciones tenían que estar atentos a que no lo descubrieran, pues, según reglas de la galaxia, no se podía intervenir en este planeta si es que no era relevante.

Uno de los experimentos más conocidos que se le hizo a un Khiyadiano en su planeta, fue en las afueras de la ciudad, donde la hierba seca posaba sobre la tierra gredosa, las luces de la ciudad no existían, y el ruido de la fauna gritoneaba todas las noches cuando la luna caía iluminando el cielo.La historia cuenta que a las afueras de un hogar en el campo, una pequeña luz se vio mover entre el cielo. Los habitantes del hogar creían que eran estrellas, hasta que percataron que aquel objeto se movía de forma rápida y poco continua: no mantenía un trayecto regular, ni uniforme.

Una de las naves de otros planetas dejó verse por segundos mientras el khiyadiano pedía a las estrellas.

“Un objeto grande, de forma ovalada bajaba entre las estrellas… Algo así como si hubiesen escuchado mi deseo y mis ganas de conocer más allá”

Un luz entró por la ventana con marco de madera. Las estatuas situadas en la ventana cayeron bruscamente contra el suelo despertando al Khiyadiano. El joven Khiyadiano despertó agitado, con sus parpados agotados y un pequeño ardor en una de sus costillas. Inclinó su espalda hacia adelante y miró sus manos: un pequeño corte.

¿De dónde había salido el corte?

Los seres de la galaxia tuvieron que controlar la situación. Cuando la luz de la alta nodriza había tocado la cama del Khiyadiano, inmediatamente éste de elevó por el hueco de luz, convirtiéndose en partículas de aire transparentes, las cuales absorbidas por la nave, lo transformarían en un nuevo ser.

El Khiyadiano se encontraba dentro de la alta nodriza: amarrado sobre una camilla y tendido con miles de cables en su nariz y abdomen.

“No temas, solo venimos a investigar el cuerpo de tu raza”

E Khiyadiano agitó su sistema respiratorio. Su abdomen se contraía rápidamente y su nariz abría sus orificios nasales sin cesar. Su aliento era descalzo y friolento y sus ojos caían abiertos de tanto espanto.

“¿Quiénes son ustedes?” Alcanzó a balbucear el joven del experimento.

Uno de los seres de la alta nodriza tomó la mano del joven y enterró una pequeña daga en su mano. Le dijo que guardara silencio, que solo era para sacar pruebas de su cuerpo. Le dijo que su sangre era importante para las investigaciones y que algún día todos hablarían de él.

“Ten calma, ten calma” Solía decir uno de los seres de la alta nodriza.

El joven Khiyadiano estaba tendido moviendo sus pies con fuerza. No podía golpear a los seres que experimentaban con él ya que estaban esposados con una especie de energía que simulaba una esposa. Abrió sus ojos gritando del dolor. Su respiración volvía a agitarse bruscamente.

“¿Qué me están haciendo?” Volvía a repetir una y otra vez mientras su latido del corazón se hacía cada vez más lento.

-¡Déjenlo tranquilo! -Dijo uno de los seres de la alta nodriza que estaba a cargo de la investigación.

Un sonido palpitaba dentro de la memoria del sujeto de investigación. Un latido potente sobre su cabello y un ardor profundo sobre su mano gracias al corte con la daga. Una respiración más lenta; unos dedos menos agitados; un silencio de sus órganos por completo.

-¿Qué hacemos ahora? -Dijo el investigador de la derecha.

-Tenemos que devolverlo.

El joven Khiyadiano despertó agitado, con sus parpados agotados y un pequeño ardor en una de sus costillas. Inclinó su espalda hacia adelante y miró sus manos: un pequeño corte.

Se cuestionó de donde había salido el corte pero no le dio mucha importancia. Sacó los pies de su cama y caminó hasta la puerta para dirigirse a la cocina para prepararse algo de comida. Con un cansancio o algún tipo de peso en la espalda, bajo las escaleras rasguñadas.

Entró a la cocina para cocinar algo y se topó con su hermano frente a frente.

-¿Qué haces despierto a esta hora? -El hermano le preguntó al chico con la palma cortada.

-Vengo a prepararme algo de comer. Tuve un mal sueño y me dio fatiga.

-Come lo que quieras, en total te hará mal a ti.

El chico Khiyadiano prendió un fuego para cocinarse un Oryza Sativa con un par de Tiomtes de la huerta orgánica de su terreno. Con este plato quedaría satisfecho, sin fatiga. Con este plato podría quedarse dormido con la “panza” llena.

Por la ventana de la cocina el joven vio que un objeto se movía entre las estrellas. ¿Había pasado ya esta situación? Todo se le hacía parecido, como si ya hubiese estado aquí mirando las estrellas o viendo que un objeto de movía entre las estrellas. Dejó de preparar su comida para abrir la puerta del jardín trasero. De fondo había un estanque de agua lleno de flores acuáticas que brillaban con la luz estelar.

El objeto podía permitirse ver con cautela. El joven miró nuevamente cuando un hilo de luz lo volvió a hacer polvo cósmico y lo teletransportó hacia la nave.

-No tengas miedo… Son las últimas pruebas. Luego podré enseñarte sobre nosotros.

El Khiyadiano quedó sin palabra.

Un atardecer de nubes rojizas, truenos entre las nubes y el aire caliente, era la vista de una de las naves de los seres que se llevaron al Khiyadiano. Un pequeño olor a azufre se sentía rondar por la nave.

El ser que raptó al Khiyadiano se encontraba afuera de un cuarto protegido con barreras láser. Estaba esperando que despertara para darle la información y la bienvenida necesaria.

Claramente, todos los que componían la alta nodriza no eran mas que unos seres intergalácticos que solían ser mandados a visitar y hacer pruebas a otros planetas, para seguir creciendo y adquiriendo conocimiento de la galaxia.

En los entrenamientos siempre les decían que la galaxia no está descubierta cien por ciento, que todavía quedan planetas, estrellas, soles y lunas por descubrir.

El Khiyadiano abrió sus ojos. Se levantó con susto del suelo junto a una fuerte puntada en su cabeza. Miró al ser que lo había raptado, comenzó a gritarle.

¡Hey! ¿Quién eres? Sácame de aquí. -Dijo el Khiyadiano gritando muy fuerte y con mucho susto.

Te hemos estado haciendo análisis a largo tiempo, pero prohíben que te digamos algo a ti si es que preguntas. -Dijo el ser intergaláctico.

¿Cómo? -Con susto respondió el joven Khiyadiano.

Hemos estado experimentando con tu sangre, tu adn y hemos analizado cada una de tus partículas, órganos y emociones. Nos han pedido que investiguemos tu planeta. -Respondió el científico que raptó al joven.

¿Entonces porque conversas conmigo? ¡Tienes que soltarme! -Dijo el Khiyadiano tocando los láser de compuerta, quemando sus manos inmediatamente.

No toques el láser. Quema muy fuerte. Te he hablado para que pronto entremos los dos en contacto por si solos. Sin que nadie nos esté viendo. Necesito aprender de ti y de tu raza, necesito escabullirme entre ustedes los Khiyadianos.

¿Khiyadianos? ¿Estás loco? No voy a dejar que me uses de experimento de nuevo. Quiero irme. ¡Suéltame! -Gritaba el joven.

Haz silencio, si no vendrán los otros. -Dijo el científico señalando que ahí venían los otros por el pasillo.

¿Qué ha pasado? -Dijo uno de los miembros de la nave mirando al científico y al joven raptado.

Se despertó y trató de salir. Se quemó las manos con la barrera láser. -Contestó el ser.

¡Sácame de aquí! Quiero regresar. Tengo miedo. -El joven dijo muy temeroso.

El compañero del científico apretó un botón rojo en la pared para disipar la barrera láser.

Ahora estás libre. -Dijo el compañero del científico. -Haz lo que quieras.

¿Estás seguro? -Preguntó el secuestrador.

Déjalo en paz. -Dijo el otro ser galáctico mientras observaba que el joven Khiyadiano no se movía de su celda. -¿Acaso no saldrás de allí?

No voy a salir. No confío en ustedes.

Haz lo que quieras. De una u otra forma igual no recordarás nada.

El tripulante que abrió la barrera caminó por el pasillo y se perdió entre las salas metálicas de la alta nodriza. El científico volvió a mirar al joven Khiyadiano y se disculpó.

Mi intención es protegerte. Aprender sobre ti y tu raza. Solo quiero lo mejor para ti.

¿Y si quisieras lo mejor, entonces por que me encerraste aquí? ¿O por que borran mi memoria? -Preguntó con rabia el Khiyadiano.

Tenemos que hacerlo. Es parte de nuestro protocolo. ¿Cómo confiamos en que tu no dirás nada a tu raza y luego nos buscan por raptarte?

Supongo que solo tendrían que confiar. -El joven respondió.

No es tan fácil confiar. Si le cuentas a todos de nuestra existencia, Tal vez pondrías en riesgo tu raza con la nuestra. Podríamos hasta llegar a alguna guerra entre planetas. Preferimos ahorrarnos todos los problemas y borrar la memoria a quienes analizamos o usamos como experimento.

¿Ahora soy uso de experimento? Menos confiaré en ti.

No confíes entonces. Eres libre de hacer lo que quieras. -Dijo el científico.

El joven Khiyadiano salió de la compuerta abierta y caminó hacia el pasillo. Alzó su mirada hacia arriba para ver el rostro del científico. Tenía un rostro escuálido, un par de dibujos se asomaban por sus brazos, y una cabellera blanca muy corta brillaba con cada luz tintineante de la nave.

¿Cómo te llamas? -Preguntó el Khiyadiano al científico.

Un viento fresco recorría cada centímetro del boscoso lugar. Los árboles chocaban entre ellos, y las plumas ligeras del sonido podían sentirse como gotas en un pajar.

Ese sonido tan delicioso. El silencio entre las nubes. El silencio en el hogar. Aquella tranquilidad estable que tanto pedía. Se sentía un hueco tremendo en la mente abierta, un malestar entre cada respirar.

Abrió sus ojos con un pinchazo en su cien. Tocó con sus dedos su cabeza masajeándola luego de un suspiro leve. Se levantó de la cama acolchonada. Estiró sus brazos hacia atrás, apretó sus dedos hasta que sonaran.

Abrió las ventanas de madera para que el aire fresco entrara.

Miró de reojo una estrella brillante que parecía alejarse desde lo más alto del cerro que frente a su casa estaba.

Unas lágrimas cayeron por su rostro.

“¿Por qué esta tan mal mi planeta?

¿Por qué nadie es capaz de hacer un cambio? Nadie lucha por lo que quiere.

Todos se dejan estar en sus pensamientos depresivos.

Nadie hace nada, nadie mueve ni un solo dedo.

Todos se quedan en la pereza… En el lamento, en la soledad. Nadie se permite avanzar. Nadie tiene su propia libertad y tal vez es eso lo que los atrapa…

Tal vez la solución más fácil sería aprender a despojar. A tener un control total de la mente y de las acciones… Creo que lo mejor sería ser un “ser consciente”

Puede ser que nadie tenga su propia libertad, y todos se sientas prisioneros de algo que solo ellos sienten una prisión.

No dejan que las cosas fluyan, ni tampoco dejan que lo sucedido ya fue olvido.

Hay que permitirse avanzar para lograr cambios.

Hay que permitirse dejar atrás las situaciones incómodas.

Hay que permitirse ser quien uno es. Tener un libre vuelo en cada lugar.

Muchos suelen estar amargados, con falta de compromiso, sin ganas de hacer nada. Muchos se creen los cuentos de la actualidad.

Muchos creen que lo que sucede es lo real, pero nadie se cuestiona nada.

¿Te has cuestionado tú sobre la existencia de nuestra raza?

¿Te has cuestionado tú que hay más allá para ver?
En mi caso, es así. Siempre me cuestiono todo y trato de encontrarle una razón a todo.

Creo que si estoy parado en algún lado es por que ahí debo estar.

Si estoy con calma, si estoy tranquilo, si estoy en el olvido, es todo parte para sentirme alejado.

Una de las técnicas que uso para liberar la mente, es sentirme alejado de todo.

La gran técnica es el despojo.

Despojo a lo material.

Despojo a los enojos.

Despojo a lo que yo quiero.

Despojo a mi ego.

Despojo a mi familia.

Despojo a lo sucedido.

Despojo al pasado.

Despojo al camino.

Solo me guío por lo que dicto y aprendo.

Solo me guio por lo que me llega y lo que tomo como enseñanza.

Aprendo de todos los que están a mi alrededor.

Yo no soy nadie para andar criticando a los demás.

Solo critico el sistema de vida, las malas costumbres, y la pérdida del rumbo de nuestro planeta.

¿Qué pasaría si en realidad estamos destinado a ser algo más?

No sabemos quiénes tienen el control, solo sé que el control mío, lo tengo yo mismo.

No tengo idea de quienes me miran. Solo aquellos que comparten mi vida.

Puedo aprender de todo lo sucedido, pero vuelve a despojar, a usar las técnicas del silencio.

Analizo el alrededor.

Analizo como me miran.

Analizo como actúan.

Analizo el agua que bebo.

Analizo el aire que respiro.

Analizo el ruido de los alrededores.

Analizo el trozo de tierra de los cultivos.

Analizo el ambiente familiar.

Analizo el ambiente para crear.

Analizo lo que sucede a mi alrededor, y aunque parezca que suelo criticar, solo digo que nadie se permite avanzar.

Si todos dejaran de practicar malas enseñanzas.

Si todos aprendieran a meditar.

Si todos estuvieran en silencio consigo mismo.

Si todos tuvieran empatía.

Si todos fueran sinceros.

Si todos fueran comprensivos.

Si todos tuvieran algo que evidenciar.

No tengo como saber, no tengo como aclarar, de donde vengo ni de donde provengo. Solo miró las ventanas de mi olvido, las tablas de maderas cayendo por los murales hacia mi ombligo, pero no veo más allá, pues solo las luces brillantes me hacen recordar.

No olvides quien eres, auto – reconócete

Sé sincero contigo mismo. No te mientas, no creas mentiras, aprende por ti mismo.

Enfréntate a los demás aunque vayas contra la masa.

Enfréntate con honestidad, compasión y evidencia.”

A veces cuando te quedas mirando por la ventana tanto tiempo, todo lo que analizas se te pasa por la cabeza.

Cuando te quedas mirando una hoja en blanco, no sabes que hacer: ¿dibujar? ¿escribir? ¿tan solo hacer rayas?

Muchos no saben que hacer con sus vidas… Y yo menos.

Solo me levanto cada mañana para ver mi ventana. Veo los marcos de madera podridos, cayendo en el olvido.

Veo cada mañana el cuidar de mi familia, y ser el soporte para ellos.

Siempre que veo el hilo de luz salir por el cerro, me cuestiono tantas cosas que son inciertas.

De un solo cerrar de ojos recuerdo la noche en que mirando el cielo estrellado un objeto se movía entre las estrellas… Pero claro, siempre se mueven en las noches.

¿Cuándo será que la luz del sol me permita ver un objeto en movimiento?

Trato de analizar… Soy parte de sostener esta familia con pesos en las espaldas que no me corresponden, pues ayudo de manera uniforme. Hago lo que más pueda cada día, aunque pase tranquilo y estable.

Son aquellos pesos que me hacen sentir las luces de las montañas. El ser Khiyadiano sintió otro pinchazo en su cien.Apoyando su codo en la ventana, seguía mirando como el viento recorría su camino y la fauna volaba con los vientos atmosféricos. Bostezó una vez más, se levantó de la cama. Caminó por el largo pasillo, tomó un vaso de agua y suspiró.

(PAGINA ????

LUEGO DE TERMINAR ESTE CAPÍTULO UNO DEBERÍA IR AL CAPÍTULO 6,7 O 8)

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS