La llamada de la luna.

La llamada de la luna.

Edu

14/02/2019

María corría con su bebé en los brazos por el bosque, a derecha y a izquierda sólo había pinos. Escuchaba el jadeo de la loba detrás de ella.

María fue madre soltera y la ingresaron en el monasterio como a todas las madres sin marido.

Un día al despertar, María oyó el aullido de los lobos, el Prior del monasterio entró con su bebé en brazos y la dijo “Corre, tendrás que deshacerte del niño en el bosque o lo cogen a él u os cogerán a los dos ¡Corre!”

María salió del monasterio mirando hacía atrás a la luz de la luna veía el monasterio en lo alto del camino y empezó a escuchar los gritos de los monjes.

María corría por aquel bosque, al lobo cada vez se lo oía más cerca, finalmente se alejó del camino vio un tronco y allí dejó al niño.

Ella corrió de nuevo al sendero y siguió andando por él. De repente ante ella apareció el ancho río y allí se paró.

Miraba hacia la curva que había en el camino y por allí apareció aquel lobo anormalmente grande.

Se la acercó lentamente con confianza, cada vez más cerca y más.

El lobo olfateó el aire, dio media vuelta y se alejó olfateando hasta que dio con el hijo de María, lo cogió en las mandíbulas y se lo llevó.

Veinte años después Paco y Ana estaban en una furgoneta de su canal de televisión, se encontraban allí para hacer un reportaje sobre la nieve en aquella zona.

“Voy a mear” _ Dijo Paco _

Salió de la furgoneta y se subió el cuello de la chaqueta, hacía mucho frío y aquel aullido de los lobos que lo ponía nervioso.

Se bajó la bragueta, se la sacó y algo le saltó al cuello.

Ana dentro de la furgoneta empezó a escuchar golpes como si alguien golpeara el vehículo. La manilla de la puerta se empezaba a mover cada vez con más violencia.

“¿Paco? Deja de hacer bromas _ Dijo terriblemente asustada.

Empezó a escuchar unos ronquidos y quiso salir de la furgoneta, se levantó anduvo hacia la puerta, la corrió.

Fuera no había nadie ni nada ¿Se lo habría imaginado todo?

Se volvió a meter y antes de cerrar la puerta una garra se la clavó por la espalda hasta el corazón.

Darío y Eva hacía treinta años, que agotados de la ciudad, se fueron a vivir a unos cincuenta kilómetros, a un bosque. Esa foresta llevaba veinte años muriendo, las ramas de los árboles secos se sucedían mustias en un bosque sin río ni musgo.Se estaba haciendo de noche y Darío salió miró a la luna, estaba llena, era una de esas Superlunas que ocurrían de vez en cuando.

Se acercó a Eva y besándola por el cuello la dijo“¿Cariño te vienes hoy al monte a ver la Luna?”

“No me encuentro muy bien, mañana continúa la Superluna e iré “_ Respondió Eva con cara de gusto por los besos _

Darío salió de casa marchando hacia el monte, estaba a escasos metros de la casa y en lo alto del cerro, ahora que el bosque se estaba muriendo y sin hojas, lograba ver la casa.

Eva se puso una infusión y se sentó en el sofá a ver la tele “Toc, Toc” sonó la puerta. Ella imaginando que era Darío fue a abrir, se acercó a la puerta giró el pomo y abrió .Allí no había nadie.Darío en ese momento vio a alguien en la puerta de su casa llamando y enseguida empezó a bajar del monte, una vez abajo ya no veía la casa. Llegó, entró y empezó a llamar a Eva.

“Estoy aquí cielo” _ Le dijo ella desde el salón _

“Que raro , he visto a alguien en la puerta” _ Dijo Darío aún jadeando por la carrera

Eva abrió los ojos y dijo _ Han llamado a la puerta_

Darío empezó a oír pasos en la planta de arriba, subió y no vio nada pero noto aire que venía de una habitación. Fue hasta ella y la ventana estaba abierta miró hacia abajo, no vioa nadiey volvió a bajar a la planta de abajo.Fue hasta el salón y vio a Eva sin cabeza con la misma postura que la había dejado y todo lleno de sangre.

Delante de él vio a un lobo pero erguido a dos patas, se abalanzó sobre Darío.

María desde su percance con los lobos hace veinte años cuando tuvo que dejar a su hijo comenzó a indagar sobre estos, vio textos que hablaban de “reales “hombres lobo.No paraba de estudiar sobre los lobos y los posibles hombres lobo de la zona en los bosques, a lo lejos oía los aullidos de decenas de lobos era noche de Superluna.

Andrés y Robe salieron de acampada para poder ver bien la Superluna.Estuvieron toda la tarde montando la tienda y bebiendo calimocho, llegada la noche ya estaban bien bebidos.

Se metieron dentro de la tienda y al poco rato notaron algo que rasgaba la tela de la misma, se miraron el uno al otro .No les dio tiempo a más, algo se metió dentro de la tienda y acabó con ellos.

Los miembros de seguridad del estado estaban saturados de los salvajes asesinatos, cuando llegaron a la tienda encontraron a Robe dentro con las tripas fuera y a Andrés a cien metros empotrado contra un árbol que le partió todos los huesos.No daban crédito a lo que ocurría por la zona en los últimos tiempos.

María salió a dar un paseo por el bosque y al volver vio a un hombre a la puerta de su casa no lo conocía, no sabía si acudir a su casa o qué hacer. Al final decidió ir.

“¿Quién es usted? “ -Le preguntó-

“Tengo que hablar con usted, por favor _ Respondió aquel hombre, vestido con gabardina, barba y una mirada penetrante.

“Muy bien pase “_ Dijo ella abriendo la puerta _

“¿Un café? “ Preferiría una copa de lo que fuera que contuviera alcohol”.

Le puso una copa de whisky y se sentó a su lado.

“Me llamo John por la zona están ocurriendo asesinatos muy salvajes, sé que usted está estudiando sobre lobos y además conozco su pasado lo que pasó con su hijo. Yo puedo matar a esos lobos” _ Expresó aquel extraño hombreenseñando dos dagas plateadas que llevaba en el cinturón.

La noche acababa y decenas de lobos subían la cuesta que llevaba hasta el monasterio que desahabitaron hace veinte años, todos ellos se quedaron en las immediaciones del edificio menos el más grande que entró dentro. Este lobo era mucho más grande que los demás entraron en el monsterio y poco a poco fue transformandose. Las garras se le convirtieron en manos, los pies se le hicieron mas pequeños yfue perdiendo el pelo del cuerpo , se quedó un hombre bastante atractivo con el pelo de la cabeza rubio con unos marcados musculos en tensión en ese momento.

Mientras se transformaba en humano iba bajando a las catacumbas del castillo, allí tenía un caballlete, lienzos y pinturas. Le encantaba pintar las catacumbas estaban llenas de sus cuadros terroríficos, transformaciones de hombres a lobo, vampiros y muertos vivientes.

“No puedo seguir así” Se dijo.Odiaba tener que matar para satisfaccer sus deseos de carne humana pero tenía un idea, aún tenía varios días para la próxima luna llena.

Días después John y María estaban mirando a la luna que volvía a estar llena.

“Es nuestro momento”_ Dijo John_. Y salieron de casa de María.

El hombre lobo se levantó del caballete donde se sentaba siempre y lentamente se acercó a una mazmorra se metió dentro y se ató a sí mismo con cadenas.

Cayó la noche y los lobos de afuera se movían nerviosos, su lider no salía. Aquel hombre comenzó su transformación y cuando la terminó empezó a tirar de las cadenas gritando.

María y John a la luz de la luna andaban hacia el monasterio. El camino era tétrico el bosque se estaba muriendo con la escasa luz de la luna, al final del recorrido subiendo la cuesta se veía la silueta del monasterio tenía justo detrás la luna en ese momento y el efecto era aterrador.

El lobo cada vez mas enfurecido tiraba con más fuerza a cada momento, las cadenas se movían apunto de salirse de las piedras que las sujetaban mediante unos anclajes. Los lobos afuera andaban de un lado a otro cada vez más nerviosos.

John y María llegaron cerca de la puerta viendo decenas de lobos por los alrededores, los lobos les olían pero no querían separarse de allí hasta que no llegará su líder. Justo en ese momento el lobo se desató de las cadenas se puso a cuatro patas y salió corriendo hacia la puerta. María y John se escondieron.

El líder salió afuera donde estaban toda la manada y olfateó el aire, notaba un olor raro pero que le era familiar. La manada al completo bajaba por la cuesta que daba al bosque cuando de repente se pararon el líder volvió a levantar la cabeza olfateando el aire, ese olor le eraa muy familiar. Se dio la vuelta y se internó en el bosque buscando algo. María y John veían como la manada iba en su dirección y cada vez estaban más cerca.

El líder de la manada se acercó a ellos abriendo la boca y dando un gran aullido, olfateó el aire y pegó su cara a la de María. Ella olía su aliento mientras miraba sus grandes colmillos y las babas que tenía entre ellos, la olfateó durante unos segundos que parecieron eternos se dieron media vuelta y se fueron toda la manada corriendo por el bosque. María y John tardaron un rato en volver a reaccionar después de la extrema situación que vivieron.

Pasaba el tiempo y la población de la zona empezaba a bajar de forma alarmante, los cuerpos de seguridad no encontraban pruebas solo unas grandes huellas de zarpas de lobo.

Dos ciclos de luna llena después John y María volvieron a salir hacía el monasterio pero esta vez de día.

Hicieron el mismo camino que la vez anterior cada día era mas terrorífico, las ramas de los arboles sin hojas caían hacía abajo en claro sintoma de muerte.La manada de lobos durante el día se ocultaba en las cuevas de las montañas pero el líder se ocultaba ydescansaba en las mazmorras del monasterio.

John y María entraron el monasterio en unos años desmejoró notablemente, todo estaba sucio lleno de polvo y tirado por el suelo.

Bajaron a las catacumbas y allí todo cambíaba todo estaba impoluto anduvieron por ellas y se fijaron en las paredes las cuales estaban llenas de tétricos cuadros aunque exquisitamente pintados. Dentro de las celdas había esqueletos encadenados y trozos de cuerpos en descomposición, el olor era nauseabundo.En un lecho al fondo vieron a un hombre de pelo rubio durmiendo desnudo, se acercaron sigilosamente y cuando estaban cerca de él John sacó sus dagas plateadas. Las levantó y cortó al hombre durmiendo por la mitad, al darle la vuelta María se dio cuenta que era igual que ella fisicamente. En ese momento oyeron cientos de aullidos.

Uno mayor y más cerca se oía en la entrada de las catacumbas, solo alzanzabanaver una sombra enorme. Aquel ser se iba acercando a ellos y se subió en una mesa que había allí, se agazapó para coger impulso y saltar. Saltó sobre John y este rapidamente con una daga consiguió darle en un brazo con lo que brotó un gran chorro de sangre pero a su vez el lobo lo desgarró la zona de las costillas, John al ir cayendose con la otra daga consiguió clavarsela en el corazón y los dos cayeron fuminados.

María se acercó al cuerpo que yacía en el lecho cortado en dos, cogió su cara y dijo.

“Juan, hijo mio”.

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