Foráneo

No puedo evitar sentirme extraño cuando tu mirada se pierde en los recuerdos; y las nostalgias y aquellos días: todas las aspiraciones del primer amor cuando germina.

Hoy, si volviera atrás, ya no te diría palabra alguna. Ni actuaría de la misma forma, no sé si por vergüenza y cobardía; o por admiración y respeto; o por simple hecho de saber que nunca nada funcionaría… y que todos los sueños eran simple fantasía.

Ahora, no soy de nadie ni para nadie. No quiero serlo, y, en realidad, nunca lo he sido. Vivo en la eterna sensación de estar perdido: un destino sin metas, un porvenir sin objetivos.

Los días se me escapan entre los transeúntes de este mundo. Me siento foráneo entre mis congéneres. Entre la muerte y la vida. Y sobre todo, entre la muerte.

Veo los rostros de personas que me son indiferentes, rostros de arcilla que echaría a la hoguera, rostros que no son lo que yo quisiera.

Hoy, no puedo evitar sentirme extraño cuando tu mirada se pierde en la mía. Y percibes un enorme vacío, un reflejo del mundo… y una breve despedida.

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