Somos humanos.

Cada hogar esconde una historia, en ellas el reflejo de una vida y esa vida un secreto.

Somos seres vivos con capacidades realmente sorprendentes que sin darnos cuenta nos pueden llevar a la locura, a la sabiduría, a la inteligencia, a la violencia…somos capaces de tantas cosas que haciéndolas no nos damos ni cuenta. Somos realmente curiosos, cada uno de nosotros esconde un algo que no me atrevo ni a describir pero puedo decir que veo un pasaporte, una historia, una mueca, que ya dice mucho.

Andando me fijo en esos niños cogidos por los brazos de sus madres teniendo como un seguro de vida donde se sienten cuidados y queridos, parejas comiéndose a besos apartando los problemas para hacerlos más tiernos, hombres sentados mirando al cielo queriendo recuperar esa sonrisa de nuevo, incluso algunos dan las mismas vueltas esperando llegar a esa respuesta.

Noto el aire fresco en mis mejillas, siento el frío en mis manos, en los labios, dejo que ese aire entre por mi chaqueta para despejarme de todo, para ayudarme a huir de todo eso que me aterra como veo en los ojos de todas esas personas, somos humanos con la necesidad del silencio, dejar de sentir todo por un momento.

Están cayendo las hojas, los árboles ya no soportan la fuerza del viento, ya no soportan tener esa carga, como muchos de nosotros necesitamos deshacernos de esa tormenta, de ese pitido en el oído, de ese remordimiento, somos humanos con la necesidad del silencio, dejar de sentir todo por un momento.