Me aburre no aburrirme porque cuanto más me aburro, más me cunde el aburrimiento.

Me aburren los agujeros del queso, las cuencas sin ojos y un cauce sin río.

Me aburre tener que estar todo el tiempo ocupada, suelo hacer más cuando parece que no estoy haciendo nada.

Me aburre hablar o escribir del aburrimiento, prefiero aburrirme.

Me aburre no aburrirme, soy más creativa cuando lo hago.

Me aburre la vaguería pero no la pereza.

Me aburre madrugar porque necesito más tiempo para soñar.

Me aburre correr, prefiero caminar.

Me aburre la gente pero no la personas.

Me aburre el agua, pero no la lluvia, ni las lágrimas.

Tampoco me aburre el mar ni un río, pero no soporto el fango.

Me aburre un lunes y me aburre agosto.

Me aburre una etiqueta, un armario y una bandera.

Me aburre el león de la Metro, el cocodrilo de Lacoste y los peces que viven en el río.

Llevo un rato aburriéndome y he escrito esto.

No sé si te gustará pero yo estoy satisfecha de haberme aburrido.

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