Vástago
Soy es un vástago arraigado a tu cimiente
eres todo lo que tengo en un mundo frígido
toda cordura a un corazón demente,
que quebranta un cuerpo rígido.
Toda canción que endulza el alma
un gustazo de tu Presencia
me hace encontrar la calma
pues me abriga tu Omnipotencia.
Soy un sequedal buscando un riachuelo
soy oscuridad anhelando tu fulgor
soy un pez en tierra ahogándose sin consuelo
soy simplemente «yo»; y tu eres mi Hacedor.
El hombre es barro que de pronto ensalza su mirada
queriendo gobernar el universo
es lodo con la sonrisa camuflada
que deja a su vulnerabilidad olvidada.
Tu eres vitalidad, júbilo, ímpetu
eres generosidad; dulce Espíritu
Excelso lleno de infinidad
amándome en mi debilidad.
Soy un vástago reverdeciendo
con los rayos de tu extrema luz
mis raíces van creciendo
nutriéndose del poder de la Cruz.
Permanecer
Quiero permanecer amándote
ser un pequeño destello de bondad
quiero vivir escuchando
tu voz audible en la eternidad.
Tu amor hace que me pueda extender
hace que pueda tocar el borde de tu dimensión,
me hace en lo imposible creer
es la única esperanza en la desolación.
No hay amor más grande el que tu enseñas
el dar tu vida por alguien más
sin importar si lo merezca,
tu simplemente nos amas.
Permanecer en tus brazos
eso apacigua mis miedos,
no hay esperanza en humanos
somos demasiado imperfectos.
Tu eres mi deseo,
es demasiado incomprensible
porque no te veo,
pero te siento palpable.
Los aires que te rodean
están cargados de una paz
que sobrepasa mi limitada razón;
y la belleza de tu faz
acaricia mi necesitado corazón.
Absorto Amor
Me quedé absorta mientras miraba
tu delicado y grueso rasgo
sentado frente a mí, babeaba
¡Cuán grave riesgo!
Mis pupilas se unieron a las tuyas
un caudal de sentimientos,
los que te sacan las canas
y se convierten en desvelos.
Tu piel era un imán, me atraía sin rodeos
no me rehusé al magnetismo,
desvaríe en los coqueteos.
Así nos encontramos
tontos enamorados
como si nacimos para estar juntos
que es difícil desprendernos.
La magnitud del brillo de tus ojos
Me hace recorrer el mundo entero
para entender que sólo a ellos
absorta admirar quiero.
Diez segundos
Nada de esto hubiera pasado,
el invierno aumenta mi deseo al calor
a cientos de kilómetros atascado
aquí muriendo todo mi amor.
Si no me hubiese retrasado diez segundos
hubiese tenido el placer de no encontronarme
con tu pecho formidable y fuertes brazos
cuando equivocadamente di mis pasos.
Si no hubiese sido tan amable,
es que mamá me enseñó a disculparme
y al parecer a ti, el ser agradable
que le bastó a tu alma, un segundo atraparme.
Los otros segundos eran cómplices
mientras sonriendo me diste tu número
temblaban mis pies y mi corazón de acero
no resistía a sutil caballero.
Ahora me encuentro con esta nieve hasta el cuello
que me hace reprochar esos diez segundos de retraso
así estaría feliz pensando en el tratamiento de mi cabello
pero me encuentro añorando aquel lapso.
Ni modo, ya no hay tiempo; reviso mi celular
me rasco la cabeza y pienso que te debería de llamar;
espera…¿que dirás?
pues que sólo quiero saludar.
Escucho su voz imponente
que llega más a encantarme:
—No he dejado de pensar,
en ese choque de tu andar
y si me hubiese adelantado diez segundo más
no hubiese tenido el placer de encontrarme tu dulce mirar.
Su Mirada
Cuando él me ve
comienzo a inquietarme,
pues su mirada
logra alejarme
del espacio en el que estoy
o al destino a donde voy.
Es un completo desfile
de un suculento paisaje,
y los movimientos de su baile
apaciguan mi coraje.
Su mirada está cargada
de un anhelo de abrazarme
y el mio de quedarme
de su olor impregnada.
Cuando él me ve
me veo yo también
revoloteando cual ave
dejando atrás un desdén.
Estoy atrapada entre sus pupilas
y no quiere soltarme
y a mi logra enamorarme
por admirar la simpleza de mi ser,
y no desear nada más
que todo mi querer.
OPINIONES Y COMENTARIOS