el momento en que dejaste todo atrás y comenzaste tu propio camino, despidiéndose silenciosamente. lista para dar un paso más, el ultimo hacía en vacío, no vueles preciosa gaviota, no te alejes de mis brazos, no dejes que la corriente tras la ventana seduzca tus ansias de libertad, un frió recorrió mi espalda, mi mente se halló en la nada justo antes de darme cuenta que por la puerta marchabas, te abrazo, me duele el pecho, no te vayas, susurro, ¿porque quieres irte acaso estar a mi lado es tan doloroso? acaso es tan triste que a mi lado quiera mantenerte, mi alma te aguarda, perderte que palabra más hiriente me dedicas en la tarde, devuélveme el tiempo invertido, las horas que te dedique, los instantes preciosos que por ti recree, las lágrimas y gritos reprimidos, que reflejan tus ojos negros y tu llanto imparable mientras me miras a los ojos intentando explicarme que es aquello que en la profundidad esperas te guarde, ¡vete! No te marches ¡Sé libre! Es esto lo que esperas ¡adiós! Oculto la sinergia de un te quiero, me hubiese gustado tener el coraje para mirarte a los ojos cuando dijiste esas palabras, tal vez, te hubiese podido salvar de las lágrimas que derramaste al separarnos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS