«Ven conmigo a los colores»

«Ven conmigo a los colores»

Xxeis Twice

17/01/2019

Si tuviera que resumir con una frase lo que ocurrió esa noche, utilizaría sin lugar a dudas: «Ven conmigo a los colores»

Fue una noche memorable, una de las mejores noches que he tenido hasta el momento, una noche con mucho significado y mucho cambio sobre el cómo me comportaría en el futuro.

Destino: La casa de la Jiis. Jiis, tenía una casa muy grande a las afueras de Santiago, era una parcela muy verde y con muchos árboles fruteros. Ese lugar era maravilloso porque había mucho espacio para ocupar. En ese lugar jamás me sentiría demasiado agobiado por un grupo grande de personas, siempre contaba con el comodín de poder escaparme hacia un rincón, tomando la atención de alguna amiga, para que me acompañe y converse conmigo. Generalmente es Natu la indicada. Siempre está dispuesta a hablar conmigo, pero aún mas importante, siempre está dispuesta a conversar cosas locas o temas muy improvisados, ideal para momentos en que las energías combinadas de muchas personas te tienen un poco incómodo.

Me desvié un poco pero aquí he vuelto. Llegamos todos a la parcela de Jiis. Esa noche seríamos pocos, era invierno, los padres de Jiis tuvieron que viajar y todo ese proceso fue muy rápido, por lo que aquella fiesta fue algo circunstancial. No recuerdo cuántos éramos, pero no superábamos los diez. Nos abrigamos un poco, y salimos al patio gigante. Estaba un poco húmedo y el aire estaba frío.

«¿Ya se la tomaron?» escuché desde lo lejos, una hora después de nuestra llegada. «Si» respondimos varios de nosotros al unísono. Mi primera vez. Decidimos entonces, porque aún era temprano («10 y media»es considerado temprano ¿no?), jugar con una pelota. La pelota se movía de un lado a otro y rebotaba en el pasto húmedo, humedeciendo también nuestros pantalones.

La pelota se quedó quieta en un momento. Pepito y Beat estaban ahora haciendo carreras mientras apretaban sus mandíbulas. Se reían bastante y andaban juntos para todos lados, como si ambos se hubieran comido la estrella del Mario Bross, incluso la música de la estrella es ideal para recordar ese momento. Shivi y Moon le acariciaban el cabello a Jiis y se les veía muy sorprendidas, no podían entender cómo Jiis podía tener su pelo tan suave. Devo y su amigo, (que no recuerdo su nombre xd soy el peor, ¿los nombres hacen personas?) estaban sentados fumando cigarros en un descansillo que había en el patio (o quincho, resumidamente xd) pero no estaba lo suficientemente cerca cómo para verles los ojos. Y allí estaba yo, tal cómo había llegado. Observando quizás con un poco de envidia, cómo todos habían comenzado a interactuar con otros. Así que entré y me la tomé de nuevo.

Cuando volví a salir, a los cinco minutos quizás, el panorama del patio era distinto. Ahora Pepito y Beat estaban sentados en una silla sobreviviendo a algo que les aquejaba. Suspiraban, pero yo sabía que no era algo malo. Hay muchas mariposas en el estómago en las noches alocadas. Me levanté entonces y fue hacia donde Jiis y las chicas. Alen también se encontraba ahí. «¿Un cigarrito, amigo?» ofreció Jiis, acepté con gusto. Shivi y Moon me comentaron que les dolía el estómago, me preguntaron si a mi me pasaba algo similar, pero yo estaba tan normal como cuando íbamos en el auto camino a la parcela.

En un momento se me secó la boca y volví a la casa. Para llegar a la cocina había que pasar por la pista de baile que Beat y Jiis habían preparado. Había un gran parlante y un foco que iluminaba con luces de distintos colores. Pasé a la cocina a tomar agua y cuando salí, al pasar nuevamente por la pista de baile, me detuve. ¿Por qué me detuve? Porque sonaba una canción de Martin Garrix que no escuchaba desde hace mucho tiempo. Justo llegó ese momento de las canciones de música electrónica en las que hay un quiebre y queda la cagáh. Entonces, sin percatarme, estaba saltando. «Que ridícula» pensarán, pero en ese momento recuerdo que lo único que tenía en mente era saltar lo más alto que pudiera. ¿De dónde salió esta energía? No tengo idea. Cuando la canción terminó volví a salir para volver a fumar. «Saben, me siento excesivamente feliz» señalé al grupo. Estaban todos. «Yo igual, y como que se me quitó el frío» agregó Shivi. Luego de apagados los cigarros, entramos. Y al ritmo de música Tech, comenzamos a bailar. ¿Por qué la música se siente tan bien? ¿Por qué quiero hacer un paso de baile para cada sonido que escucho? ¿Por qué el beat de la música se mezcla con el beat de mi corazón? (Que exagerado xd, pero en verdad así se sentía) ¿Por qué hay personas gritando de alegría? ¿Por qué yo estoy gritando tan alegremente?

Música, música, música. Siento el boom potente en mi pecho. Miro a los otros y bailan como si mañana no existiéramos. Miro mis manos y tengo una botella con agua. ¿Esto es real? ¿Estoy en una fiesta con una botella de agua en la mano? Es muy real, esto es muy real.

Y aún recuerdo algo que fue como un ritual aquella noche. De pronto nos abrazamos formando un círculo, me encontraba entre Davo y Pepito. Los más expertos decían que esa sensación era muy agradable, y en verdad que era agradable. Las caricias eran tan distintas, todo se sentía tan bien que me era imposible pensar en otro momento en el que me hubiera sentido de igual forma.


¿Por qué cuando Davo pasa su mano por mi espalda se siente tan bien?


¿Por qué cuando Pepito me acaricia la mejilla con la suya se siente tan bien?


¿Por qué el chaleco de la Shivi es tan suave? ¿He sentido algo tan suave antes?


¿Por qué a veces mantengo la mandíbula apretada?


¿Qué son estos suspiros? ¿Por qué digo «Estoy muy bacán» a cada rato?


¿Por qué estoy siendo tan sincero con lo que siento?


– Me encanta que ustedes sean tan amigas, yo siempre las he querido mucho, porque son bacanes.

– Me gusta que seas igual de alto que yo.

– Oh! que se siente genial esta mierda.

– ¿Me dejas tocarte la cara?

– Necesito más agua.

– Eso, eso, eso, eso.

– Oye que es suave tu perra, me gusta mucho.

– ¿Vamos a fumar?

– Vamos.


Y me sorprendía mucho también el hecho de que podía pasar de un baile muy eufórico, a una conversación muy profunda en milésimas de segundo. Si bien esa noche no me sentí agobiado, igual me aparté un momento para procesar todo lo que estaba sintiendo. Me senté en el pasto húmedo, que en verdad no se sentía tan húmedo. Y la perra de Jiis se acercó de forma muy cariñosa. Era perfecto que se acercara de esa forma. Se sentía muy suave, nadie exageraba cuando lo mencionaba. Luego llegó Pepito y cumplió el rol de la Natu, que esa noche no estaba. Hablamos cosas que no recuerdo, pero que eran interesantes, parece que había estrellas, parece que hablamos de ellas, pero sólo especulo porque en verdad no me acuerdo. Luego llegó Beat y jugamos con la perra un rato. Después decidí ir a bailar. A veces me sentía como en una montaña rusa y cuando el carro estaba en una punta, no podía quedarme sentado (1313).

¿Por qué ahora todo se siente más intenso que antes? Mis ojos cerrados, creo que necesito cerrarlos y concentrarme en lo que se expande desde mi vientre. Siento que mis manos son como las de un muñeco. No sé por qué estoy asociando mis dedos con cierto concepto de plasticidad. A veces suspiro con una profundidad extraña, pero se siente bien. Entonces comienzo a sentir tantas cosas en mi cuerpo que mis manos desean agarrar algo y apretarlo. Es como si me sintiera tan bien que necesitara apretar de algo. Deseos de gritar, de cerrar los ojos, de sonreír y bailar. Entonces entendí que mi alma estaba encendida.

Sobre una nota musical me montaba y bajaba y con los ojos cerrados no sabía lo que a mi alrededor pasaba. Ojos cerrados frente al foco luminoso, ¿Qué paraíso colorido es el que estoy sintiendo?, quiero que mis ojos se queden siempre entonces cerrados sintiendo el choque de los colores, ir a los colores, bailar en los colores.

– Imagina que el foco es dios, y que sólo puede vernos en estos momentos que nos sentimos tan bien, que le gusta vernos sólo en estos momentos de felicidad ¿Sería un dios bondadoso?

– Pero, ¿No se supone que dios ya es así?

– Déjame pensar un poquito…

Siento el boom potente que nos une a todos en un baile extraño, pero muy sincero. De pronto comienzo a sentir que amo todo, y a todos. Al mundo, a su gente, a todos los que están en esa pista bailando. Cada cierto rato nos acariciamos con alguien y luego seguimos bailando. Las botellas con agua reflejan las luces, no hay cansancio, ni hambre. Entro en la música, muy profundo. Dejo que se manifieste en mi cuerpo, me siento un títere que se mueve a su merced pero a la vez me siento tan libre. ¿Por qué todo es tan extraño pero se siente tan bien?


Cierro los ojos nuevamente… Siento mi alma encendida y dejo que los colores me lleven al centro de todo, al centro de esa sensación que se expande. Al llegar allí me encuentro con otra pista de baile, con música que te hace sonreír de forma involuntaria, con focos que iluminan con muchos colores, con focos en forma de corazones.

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