Reseña de: «Animales nocturnos» de Tom Ford, 2016

Reseña de: «Animales nocturnos» de Tom Ford, 2016

Título original: Nocturnal Animals (Animales nocturnos)
Año: 2016
País: Estados Unidos
Director: Tom Ford
Reparto: Amy Adams, Jake Gyllenhaal, Michael Shannon, Aaron Taylor-Johnson,Armie Hammer, Isla Fisher, Michael Sheen, Laura Linney, Kristin Bauer van Straten,Karl Glusman, Ellie Bamber, Toni French, Amanda Fields, Karli Karissa,Carson Nicely, Lee Benton, Imogen Waterhouse, Jena Malone
Género: Thriller. Drama | Literatura. Venganza. Thriller psicológico.
Ciclo: Las mejores películas del año 2016
Duración: 115 minutos

Sinopsis:

Susan Morrow (Amy Adams) una galerista que vive en Los Ángeles comparte una vida llena de lujos, —aunque vacía—, con Hutton Morrow (Armie Hammer), su segundo marido. Un día Susan recibe una novela inédita escrita por su exmarido Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal), del que lleva muchos años sin tener noticias. En una nota le pide que lea la novela y que esté en contacto con él, pues planea quedarse unos días en la ciudad. Es de noche. Susan, sola en la cama, empieza la lectura: es la historia de Tony Hastings, un profesor de matemáticas que, una noche, viajando con su mujer y su hija, sufre un encuentro en la carretera que afectará a su vida para siempre.

Con guion adaptado por el mismo director (Tom Ford) de la novela “Tres noches” de Austin Wright, la música estuvo a cargo de Abel Korzeniowski y la fotografía de Seamus McGarvey.

Después de su alabada ópera prima “A single Man” (Un hombre solitario) estrenada en 2009, Ford nos presenta su segunda película, la cual ha recibido favorables comentarios de la crítica especializada y del público en general.

Un extraordinario ejercicio de metaficción sobre la lectura y la escritura que consigue con un estilo elegante y depurado, sorprendernos y cautivarnos de principio a fin. Asistimos emocionados como espectadores al perfecto ejemplo de cómo se puede —con gran dominio artístico— convertir una novela inteligente y de gran intensidad narrativa en un filme absorbente, aterrador y hermoso.

Acompañamos a Susan, quien durante tres noches lee absorta la novela inédita, enviada por su exesposo, y que poco a poco reaviva su pasado sentimental, cuestiona su vida presente y amenaza su futuro. Se va tejiendo una trama de suspense que nos mantiene en vilo. Susan no puede dejar de leer y nosotros no podemos —con signos de escalofrío— quitar ni un segundo los ojos de la pantalla, estamos atrapados —sin escape posible— en el ritmo vertiginoso de dos historias entrelazadas de manera inteligente que devienen en un final perturbador e inexorable .

«Si amas a una mujer, y la pierdes, conviértela en literatura. O convierte la literatura de esa mujer en tu único testimonio de amor y pérdida»

Amy Adams (1974), actriz de cine y televisión estadounidense, nacida en Italia, ganadora de dos premios Globo de Oro en la categoría de mejor actriz comedia o musical y de un Premio del Sindicato de Actores al mejor reparto.

A Jake Gyllenhaal (1980) lo recordaremos sobre todo por su personaje del vaquero Jack Twist en Brokeback Mountain, de Ang Lee, donde compartió protagonismo con Heath Ledger.

Tom Ford es un director de una joven carrera—apenas su segunda película—, el film constituye una verdadera obra maestra, rara instantánea del cine, que ha recibido toda suerte de merecidos elogios. Adaptación de la novela «Tres noches» de Austin Wright, en ella se narra la vida de Susan, quien vive la «gran mentira» de la alta sociedad, con su aparente perfección. Ella percibe que todo a su alrededor se desequilibra una vez empieza a leer la novela inédita que su exmarido le ha mandado a casa. Un relato violento y dramático, cuyas páginas fascinan a la protagonista y le hacen replantearse muchas cosas de su actual vida, a la vez que reabren heridas de su pasado.

Estamos hablando de una de esas películas que se convierten en experiencia, un viaje a un mundo reconocible y prosaico que, desde la mirada desafiante de Ford, queda marcado como un trayecto al infierno de la culpa, del abandono, de la soledad aplastante. Ford se aventura a presentarnos un relato sostenido en tres líneas argumentales, diferenciadas de manera inteligente en su estructura narrativa con el uso de dos recursos muy valiosos del cine moderno: uno es el flashback, dando saltos al pasado sin dejar que se pierda el interés del espectador y el otro es el flashmind trabajando en un tiempo paralelo en la mente de nuestra protagonista.

Tom Ford se esfuerza en resultar perturbador e incómodo. La base de su relato es de contrastes, «Animales nocturnos» se sustenta en las brutales diferencias entre las distintas capas de la ficción. En esencia, la película es confusa, y se torna incierto el punto de encuentro con las auténticas intenciones de este particular director.

Si a lo anterior añadimos una necesaria reflexión sobre el poder de la ficción y la capacidad hipnótica de un relato bien contado, todo esto enmarcado en un inteligente uso de la metaficción, «Animales nocturnos» quedará para el recuerdo como una película especial e inolvidable.

Muy a pesar de los excesos y artificios, no nos deja indiferentes. Ford ha hecho una película con todas sus implicaciones, incluyendo que, como espectadores, somos poco más que testigos del atroz desarrollo de la historia..

Lo que dicen los críticos:

«La palabra que mejor caracteriza a ‘Animales nocturnos’ es elegancia. A pesar de que estamos ante una historia brutal, la cinta es exquisita en su estética, sus encuadres, su edición y en la manera como le da vueltas a la realidad y a la ficción.»

Mauricio Reina: Diario El Tiempo

«Una película embriagadora y llena de suspense (…) ‘Nocturnal Animals’ (…) no deja duda alguna del fervor y originalidad como director de Tom Ford»

wen Gleiberman: Entertainment Weekly

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