Mirando atrás.

Mirando atrás.

Eduardo Lajas

12/01/2019

Ese día de 1901 Ramiro despertó con una sonrisa . Hacía muchos días que no se despertaba tan feliz . Al lado su mujer , por la ventana comenzaba a entrar un poco de luz . Iba a ser un buen día al fin se sentía libre.

Salió de la cama fue al baño , se lavó la cara y fue a desayunar . Su mujer con el batín a estaba preparando café y buñuelos .

«Como todos los domingos » se dijo Ramiro .

Tras el desayuno salió a la calle dando un alegre saludo al portero .

Bajó por la calle Pez , doblando en el convento Comendadoras .

» Vaya , mañana es lunes , vuelta al trabajo fatídico y monótono del minsiterio ,pero a mi hoy nada me amarga el día !Al fin soy libre !» -Iba dandose un monólogo a si mismo .

Siguió andando cruzó Plaza España llegando al Palacio Real .

«Malditos reyes , maldita burguesía , siempre aprovechandose de los hombres de a pie. Os da igual que muramos de hambre , que nuestra vida sea triste , ofrenciéndoos a un Dios que os guie el cámino para que vuestra vida sea mñas feliz y simple . Al fin soy libre y ya me da igual.

Llevaba un rato paseando y hablandose a si mismo , sintiendose libre , hasta que el hambre le cortó la libertad.

«Hoy voy a comer bien , porque me lo merezco» .

Bajó por la calle Bailén dejando a la izquierda los jardines Sabatini , se acercó a la valla mirando , sorprendido.

«Vaya , había pasado mil veces por aqui y nunca había admirado la belleza de este parque de esta manera , todo es nuevo para mi , las estatuas , los jardines…»

Siguió andando por la calle Bailén y vio a dos policias institivamente echó mano a su lado izquierdo , nervioso . Tan nervioso que soltó un «Buenos dias» los policias le miraron extrañados pero era después de comer y no tenían ganas de entretnerse.

«Mira los protectores de la ley el cuerpo moderno de policia , menudos protectores que en cuanto les llevas la contraria te muelene a palos y ! Alla penas ! Protectores de los nuevos ricos y nueva calaña política rastrera . A ellos si los protegen no se te ocurra robarles para comer no , que se desahcen de ti . Pues yo os digo que os podéis meter vuestra protección por donde amargan los pepinos » ¡Alla con Dios , superhombres!

Giró a la derecha por la calle Reyes Católicos dando por casualidad a su calle , Pez .Miró a su ventana.

» Ahí estará mi mujer , dándoselas de tener mas pesetas , de rica , de las que tiene delante de las demás , como siempre»

-Anduvo por la calle Espiritu Santo y olió un rico guisado que salía de «Cara Carmen» .

– Buenas tardes , póngame vino por favor , pero deje la frasca y un vaso , enseguida comeré » .

Mientras bebía el vino observaba a una pareja joven , dandose cariños y hablando con complicidad.

«Pensar que yo estuve así ¿Cuánto tiempo me duró la felicidad y el amor?¿Qué es el amor?

Me he creído siempre feliz con una vida normal . Trabajo , casa una mujer que se preocupa más de alardear de lo que no tiene que de darme amor ¡Qué curiosa es la felicidad !Ella siempre ha sido feliz pretendiendo tener lo que no tiene . y yo , me he creído siempre feliz y ahora sé que no lo he sido .Solo un maldito esclavo del estado , de un inexistente amor , de la belleza de lo que me rodea la cual me he dado cuenta hoy . Hoy soy capaz de oler las flores , hoy soy capaz de decir ¡No . no he sido feliz !¡Al fin hoy soy libre!

Pongame un giso de esos señora que huele a recien sacado del cielo»

Se sentó a la mesa y dio buena cuenta del guiso de ciervo y de varias frascas de vino . Pagó y dejando una ronda pagada a todos los del bar , salió bien comido y bebido.

– Bajó por la calle Amaniel como dando una vuelta , por el parque Conde Duque.

¡Maldita aristocracia !¡ Qué pena no tener una bomba!

– Andaba y andaba sin parar , deambulando por las calles de Madrid . Asombrando de la belleza que la ciudad tenía y de la que nunca se había percatado .

– La tarde moría ya oscurecía en el campo del Moro , se había entretenido y debía llegar a la pradera de San Isidro rápido , allí se cnotrba su libertad.

– Dos horas mas tarde llegó y se sentó a esperar , le sudaban las mano y tenía la boca seca . Se levantó y fue a beber a la fuente de San Isidro de donde bebían miles de fieles pidiendo cualquier cosa ; salúd , amor mientras gastaban sus vidas en copiosas comidas y siendo infieles.

«¡Valla ! ateo de toda la vida y bebiendo de la fuente Santa , al menos se fue sin pedir nada y se echó a reir.

«Ya nadie me trpa , ni mi jefe , ni mi mujer , ni el presidente , nadie . Ahora sé que es la virtud y la ética.

Con cuarenta años y solo he sido feliz hasta los veinte .Idos todos a donde queráis ya no me atraparéis con vuestras puercas manos . Si hoy sé que es la elicidd y la libertad.

Adios mujer , sigue presumiento que te importo , Ahí te quedará lo poco que pude ahorrar sin disfrutar la vida . Pero ¿Sabes? Hoy soy feliz , soy libre.

– Sacó la pistola y se oyó un ! pUM ! . A Ramiro se le cayó el arma de las . Su último pensamiento fue de libertad.

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