Al mirar a lo lejos, diviso en esta oscuridad suicida una luz fantasma, la

cual se pierde y a la vez sobresale, parece tan lejana al acercarme diviso

una puerta gris verdosa, entreabierta y solitaria, el pomo de la puerta

color plata no parece oxidado, al entrar la luz me sega y al fondo de

una gran biblioteca, sobre un trono de madera, un muñeco con forma

humana, la figura de un chico casi real se mescla con la atmosfera

embriagante de aquel salón, me acerco, sonrió, le pregunto ¿a quién

esperas?

Abro los ojos me pregunto quién habrá sido aquel personaje preso de mis

recuerdos.

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