Entonces el sol entraba.

Mientras habrías la puerta entraba la lluvia dabas de vueltas para poder mojarte en ella, con una gran sonrisa recibiendola así como la vemos llegar, cuando cae la noche tan negra como el ébano , en un lugar tan baldío como tú corazón, abrazada de ti viendo el cielo lleno con destellos de nieve aveces blanca y otras opaca con una gran cola de escarcha que deja brillar su paso por el firmamento, por qué no pides un deseo , los adultos están dentro , pronto nos iremos cual cálido es tu regazo , tan efímeros son tus besos que me dejan el corazón temblando.

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