El significado de la familia

El significado de la familia

Daniel Coca Ribas

06/12/2018

Fotos cuelgan en las paredes, otras están cogiendo polvo en el trastero pero en todas se ve a un grupo sonriendo, intentando aparentar esa descripción de la palabra que se define en el diccionario conocida como «familia».

Sentimientos dentro de mi afloran al hablar de familia, ese grupo de seres unidos por la sangre, las alegrías y los dramas, tan frágil como la hoja en otoño que pende de la rama antes de caer al suelo pero que siempre lucha contra la corriente intentando arrastrarla al abismo. Esa fuerza con la que luchan para mantenerse juntos es lo que les hace muchas veces resistir las adversidades a las que se enfrentan, dándose consejos los unos a los otros por muy buenos o poco válidos que sean, y que, con cualquier abrazo o castigo sabes que lo hacen con las ganas de enseñarte qué es lo correcto y darte la motivación suficiente para poder remontar el cabal revuelto del río y hacerte llegar lo más lejos posible. De la mía decir que aprendí lo mejor de esos valores que no querrías, algo así como la anti familia, un poco de cal y de arena para aprender que no todo es tan bonito como se pinta ni como te hacen creer.

El padre que tuve fue gran inspiración para aprender a bailar pegado a una botella e intentar coordinar la lengua con los pensamientos y no trabarse en cada palabra que decía. De pequeño era mi mayor inspiración, sabía que solo con mirarlo tenía el coraje suficiente para enfrentarme a cada dificultad que se presentase, hasta que la dificultad fue él. En ese instante hundí mi estima por la vida en el rincón del planeta donde ni siquiera el oxígeno habita. Pero el querer superar lo que él fue me hizo salir de tal abismo con las mismas ganas que embiste un toro. A pesar de todo lo que paso entre nosotros, el amor por la persona que te dio la vida es imposible de borrar.

De mi tan dulce y estimada madre, solo desearle lo mejor en la vida, sin ella no habría quien consolase a su tan adorado hijo. Ese niño que se formó en su vientre tras nueve meses de ilusión sin saber que vendría al mundo con la tristeza por bandera. Ella es el sol de mi día y la luna de mis noches, si no la tuviese no habría una luz que guiase los pasos que doy por este trayecto en el que la oscuridad es abundante. Todas las flores, aunque estén marchitas, son bonitas si sonríe.

A mi hermano pequeño, la inquietud hecha persona, su inocencia hace que no pueda haber enfado ninguno, no se puede dejar de querer. Es el hermano que todo ser humano desearía tener, la bondad abunda en él. Aprendí a valorar las cosas más insignificantes, de las que nadie es capaz de darse cuenta, con los momentos que vivimos juntos, desde el primer día que lo vi llegar a casa, sus primeros pasos o el último abrazo que le he dado hoy antes de irse. Es imposible no pensar en cada momento y pensar que se está haciendo mayor. Desearía revivir cada recuerdo que guardo de cuando eramos dos niños deseando llegar a las nubes.

A los abuelos que tengo tan nostálgicos, de su boca solo emana sabiduría y sus arrugas cuentan todas las experiencias que vivieron como si de un libro se tratase en el que aprender lo dura que es la vida y demostrarle quién eres y cómo vencerla. Cada palabra suya es un diamante que guardo en el joyero de la memoria. Sus vidas fueron un camino difícil de recorrer, siempre trabajando para darle lo mejor a sus familias, y no verse sin un techo en el que reposar. Consuelo busco al verlos caer uno a uno sin nada que hacer, contra el destino no se puede luchar, solo intentarlo aceptar y quedarse con cada buen rato que pase con ellos. Si tuviese que nombrar una fuente de inspiración sus nombres serían los primeros que diría sin dudar.

Y por último, mi perro, que tiene la alegría como un don que le otorgo la naturaleza. Es reconfortante saber que, aunque llegues a casa con la sensación de que te come el mundo, el viene a despejar todas las tinieblas, como si nada en este desolado cosmos fuese más importante que ser feliz.

Todo esto es lo que siento por lo que es una parte de mi ser, un grupo de individuos tan diferentes y a la vez tan parecidos, y que la vida nos eligió para sentarnos en el mismo filo del destino. Provocando después, que nos separásemos poco a poco, sin temor a sentirnos mal por hacerlo, a veces es así de simple, ni el amor por la familia garantiza la unión de esta pues siempre las ideas no van a ser las mismas y estas colisionan como meteoritos en planetas provocando cráteres que son irreparables. Dudo que la palabra «familia» signifique lo mismo para todos, algunos la traducen como unión, otros como soledad, y esperanza para el que no tiene ni sabe lo que es tener una familia pero solo con imaginarla siente esa sensación de calidez y estima de estar en casa.

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