LUJURIA JOVEN

LUJURIA JOVEN

Spencer B.

04/12/2018

El joven Lumier un chico de dieciséis años que caminaba por la bella ciudad de Venecia Italia no era tan diferente del típico estereotipo del joven italiano caminaba todos los días a la escuela con el afán de superarse y ser algo mas en la vida pues esos eran los deseos de su sobrepotectora pero bien intencionada madre, aun siendo cohibido y muy reservado a expensas de su timidez que era un gran obstáculo en su vida era atractivo a la vista de las chicas de su edad y a veces traspasando lo políticamente correcto también era el encanto de alguna que otra señora madura y es que su físico era la debilidad de aquellas mujeres que literalmente babeaban por el pequeño retoño, sus cabellos dorados que brillaban con el sol conjugado con sus penetrantes ojos azules y su complexiòn delgada hacían del joven una figura exótica fuera de su personalidad introvertida.

Su madre sabia de la belleza con la que su tesoro contaba y temía que llegara el día en que alguna mujerzuela se lo arrancara de sus brazos de acero con los que lo protegía hasta del mismo viento, Lumier por su parte vivía un poco desinteresado pues su corta edad aun no le permitía comprender los bajos instintos a los que el mismo provocaba en una sociedad pre-juiciosa y perversa ese pensamiento cambiaría radicalmente cuando llegó aquel martes en la vida del pequeño e inocente joven en el que su virilidad alcanzaría extremos que jamas imaginaria, el día en que conoció a la experimentada y dulce Mery Bell.

Era un martes mas en la vida del joven que como siempre se dirigía de vuelta a casa después de un fatigoso y cruel día en la escuela mientras pensaba profundamente como enterar a su madre de los abusos que sufría de parte los rudos del colegio fue entonces que con la mirada perdida se vio interrumpido de sus penas cuando chocó con alguien que lo hizo caer abruptamente al piso dejando caer los libros que llevaba bajo el brazo.

Ho cuanto lo siento, ¿estas bien? escucho por primera vez esa dulce voz que se convertiría en su perdición, -descuide fue mi culpa y levantándose sacudiéndose los pantalones alzó la mirada solo para quedar en shock, ante su vista estaba una señora de unos calculados treinta años mucho mas joven que su madre obviamente alta , piel blanca como la nieve y una melena pelirroja que le ondeaba hasta mas abajo de los tobillos sus labios eran rosados como la piel de un recién nacido a punto de florecer y su mirada coqueteaba de manera involuntaria con el joven Lumier, el chico no hizo mas que ponerse rojo como tomate mientras se disponía a seguir su camino en eso escucho un grito: -oye espera¡, ¿a donde vas tan rápido pequeño ángel? Lumier intentando no hacer contacto visual dijo: -voy a casa no quiero preocupar a mi madre:- siento tanto lo que paso, ¿no te gustaría venir a tomar un helado conmigo?, será solo un momento: -no señora es usted muy amable pero así està bien debo irme: anda solo sera un momento, nunca debes de dejar plantada a una dama jovencito, entonces Lumier encogiendo los hombros dio la vuelta y acepto la cordial invitación a la heladería.

-Y dime jovencito que estudias?, -estoy estudiando el nivel medio señora apenas voy en tercer grado,: ho, eso es muy interesante seguro de mayor seras aun mas apuesto de lo que ya lo eres,y tocándole de manera cariñosa la mejilla logro incomodarlo un poco.

En ese momento Lumier sentía algo, algo que no podía explicar mientras tomaban el helado la bella señora le contaba sus aventuras cosa que a Lumier no le interesaba en lo mas mínimo pues estaba hipnotizado por aquellos labios rosas y carnosos que saboreaban cada cucharada del helado de fresa, el entallado vestido color negro de la dama dejaba ver sus curvas bien definidas y al voltear hacia abajo Lumier vio eso si eso que su madre alguna vez le había dicho que era la parte sagrada de la mujer y que solo debía ser tocada después de matrimoniarse, de un salto se levanto del asiento y pidiendo disculpas dijo: -lo siento señora pero debo irme, ya es muy tarde: -claro descuida yo pago, gracias por acompañarme jovencito, con una sonrisa temblorosa se fue caminaba lo mas rápido posible sudaba de manera exuberante y se sentía muy avergonzado pensaba si era incorrecto el haber tenido una erección al observar la belleza de aquella señora.

Al siguiente día y por el resto de la semana era una cita diaria la bella Mary Bell que ese era el nombre de la señora ya lo esperaba en el mismo lugar y a la misma hora para tomarse ese helado de fresa y charlar sobre cosas triviales Lumier empezaba a disfrutar de su compañía, con Mary Bell no sentina vergüenza, no se sentía reprimido y jamas lo hacìa sentir mal como los abusones del colegio Mary se había vuelto su escape su fuga de la realidad y de la sobrepotecciòn de su madre le encantaba estar con ella, le fascinaba ver su escultural figura mientras comía helado y lo embriagaba el olor a rosas de ese perfume que ella usaba,

Seis meses, si seis meses pasaron desde que Mary se había vuelto su amiga siempre muy en sus adentros creyó que estaba mal pues ella bien podrìa ser su madre y le preocupaba de sobremanera esos pensamientos impuros de que pronto le surgían al estar juntos pero al parecer a ella no parecía importarle eso pues jamas se lo menciono y si a ella no le aquejaba a el tampoco, jamas se arrepintió de esas excusas que le puso a su madre de quedarse a pasear con sus amigos por las tardes para tomar helado de hecho era la mejor decisión que podía haber tomado.

Fue ese día que haciendo mismo lo de siempre Mary le hizo una pregunta inusual:

-¿tienes novia Lumi?

-No, no soy muy bueno con las chicas.

-entiendo, entonces supongo que jamas has estado con una mujer?.

-claro que si, tengo muchas amigas y….

en eso Mary sonrió coquetamente y dijo: -no tontito, creo que no me entiendes, ven vamos a mi casa y te lo explicare mejor.

A esas alturas Lumi que así lo llamaba ella de manera tierna ya había visitado la casa de Mery varias veces solo para tomar el te así que ni corto ni perezoso subieron al auto y se fueron, estando ya en casa Mery aprovecho para darse un baño mientras Lumi tomaba el te, fue entonces que Mary salio de pronto en una toalla tan corta que le dejaba ver parte de los glúteos recién mojados Lumier intento apartar la vista y la erecciòn volvió a ocurrir, con los ojos cerrados se mantuvo durante unos minutos solo hasta que sintió una mano tocando su aun en desarrollo miembro que se hallaba duro como una roca, al abrir los ojos Mary se encontraba frente a el estimulando sus partes intimas con la otra mano.

-¿Mary que haces?, esto no esta bien mejor me voy.

Y tomándolo fuertemente del brazo Mary se mojo los labios y dijo: – quédate se muy bien que te gusto Lumi y tu también me gustas, a esto me refería cuando mencione lo de estar con una mujer déjame ser la primera en saborear tu virginidad que importa si nuestras edades son lejanas mientras nadie lo sepa el pecado esta oculto.

En ese instante Lumi se dejo llevar ya no le importaba la opinión de los demás quería hacer su voluntad por una vez en su vida y al fin y al cabo era cierto Mary le encantaba en demasía así que olvidándose de su madre mientras Mary lo masturbaba de manera mas rápido y constante por sobre sus pantalones experimento su primer orgasmo poniendo los ojos en blanco fue hasta la luna en un instante, tomo a Mary de la cintura y comenzó a besarle de manera tímida su excitación lo guiaba poco a poco pero Mary con sus ya experimentados años logro someterlo fácilmente desnudandolo lentamente recorriendo su blanco y aun intacto pecho al tiempo que ponía las temblorosas manos de Lumi en sus propios pechos duros y erectos aun mojados por la humeda toalla.

En ese instante Lumi jadeaba de manera descontrolada Mary introdujo su lengua entre sus labios haciendo un juego dentro de su boca bajò lentamente por su abdomen y llegando a su flácido pene pudo revivirlo de nuevo practicandole una felaciòn tan gloriosa que Lumi volvió a eyacular en esos labios rosas y carnosos que tanto le fascinaban, ya no le importaba si había perdido su inocencia o lo que su madre pensaría ni tampoco lo que vendría después, solo quería disfrutar ese momento pues ahora se encontraba en el Olimpo de lo sensual y de la excitación y no pensaba irse pronto.

Mary se incorporo lentamente volteándose de espaldas tiro la toalla al piso y por fin el joven sonrojado y sofocado pudo ver ese bello y hermoso corazón conformado por sus glúteos que se contoneaban rosando su miembro viril, sabia que había llegado el momento cúspide el clímax total, debía entregarle su virginidad a aquella diosa del sexo y así fue introdujo su miembro en la húmeda vagina de la mujer al unisono ella soltó un leve gemido entonces comenzó el movimiento errático y torpe a causa de la inexperiencia del joven que a su vez con el paso de los minutos aprendía a hacerlo bien atrás y adelante mantenía el ritmo y Mery soltó un grito orgasmico y placentero que hizo que a Lumi le temblaran las piernas.

Habìa pasado una eternidad pero para ellos el tiempo no era efímero ni mucho menos una metáfora, se unieron uno con otro y ahora el joven ya no era un inexperto virgen y miedoso sino un hombre viril y semental que parecía no conocer la fatiga, en tanto ella mecía su cabellera rojiza sobre el haciendo sentadillas eficaces y rápidas sin perder el compás a la vez que gemía de forma desesperada llenándose de nuevo con los fluidos del pequeño retoño.

El nirvana ya había sido traspasado y para culminar el tan bello acto jamas perpetrado Lumi se vacío por ultima vez sobre sus grandes y redondos senos sudados….. se recostaron uno a lado de otro mirando hacia la nada Lumi ahora sentía culpa sabia que al pasar las horas su dopamina cambiaría a remordimiento y a traición pero era una culpa con la que podía vivir y que obviamente habia valido la pena en cada micro segundo a su vez Mery encendía y después de darle la primer calada dijo:

Lo hiciste muy bien Lumi, ahora se que en verdad te amo y quiero estar contigo.

– yo también te amo Mery, eres la única mujer en mi vida y jamas habrá otra entonces tomándose las manos suspiraron juntos profundamente y mirándose a los ojos fijamente se dieron un ultimo y apasionado beso, Lumi se puso de nuevo el uniforme tomo sus libros y se fue a casa dejando a Mery tendida y satisfecha en su cama.

Al día siguiente Lumi era ya alguien nuevo, un niño que se había convertido en hombre en unas cuantas horas, al salir de la escuela corría con el corazón en la garganta para ver a su consagrada amante como todos los días sentada en esa banca con su vestido entallado y su sonrisa perfecta tal fue su sorpresa cuando su amada ahora solo era una pequeña hoja de cuaderno perfumada que decía mas o menos así:

Hermoso Lumi la experiencia que viví contigo fue tan psicodelica como excitante pero como te conté la primera vez mientras me observabas como tonto soy una viajera constante voy de un lugar a otro como el mismo viento, jamas me quedo quieta.

Te amo con todo mi corazón pues seras el hombrecito que me hizo sentir joven de nuevo y siempre te llevare en mi memoria espero algún día volver a Venecia para repetir nuestro encuentro otra vez y volver a ser uno mismo como la tarde de ayer.

Siempre tuya: Mery Bell…

Lumi sonrió de manera melancólica y al parecer……. creo que probablemente el viento le arrancò una lagrima de la mejilla.

FIN….

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