Busca enseñanza y regala sabiduría, busca en la tristeza un poco de alegría.

Busca en su consuelo un poco de algarabía, busca en su pañuelo los reflejos del frio, el sol, el verano y el invierno.

Son constantes los machacos, que con ruin se van agregando.

Dan constantes desalojos de primaveras y de otoños.

Son totales y novedosas, las cumbres con sus sombras, son postales del pasado, las que cubren con su llanto.

Ven la patria como propia, ven la gente como impropia,

No respetan ni su sangre, ni su ropa ni paisaje.

Ya vendrán las épocas de frutos, ya vendrán y serán bienvenidos , tanto el pan como el vino.

Va la conclusión en camino, sin antes decir que ha vivido.

Va la conclusión de los distintos y por eso el grupo es unido.

Van llegando tiempo mejores, hay que verlos, y abrazarlos sin sermones.

Hay que ver de donde viene, si es prolijo y no se miente.

Hay que ver el relato de su paisaje y su jinete.

No apuntemos al desarraigo más que sea de algún billete.

No es lo importante, más que para impuestos y su fierulete, de bizarres constante y falta de todo.

Hasta de su valor no se aprende, solo divulga arrogancia, mira con desdicha y no hay rival que lo enfrente.

Solo está el que se le ríe y hace vista al frente, solo está el que lo ve y lo lleva como un paquete.

Por que solo ve sus frutos y no deja envolverse, solo ve que es abstracto y no funciona en su mente.

Solo es cuestión de saber llevar, de costumbre y que no apriete, no nos lleve a ningún lado más que a la mesa y sus firuletes.

Con vista al frente y al cielo, siempre encontramos nuestro consuelo, amor, abrigo sin obligación y siempre es recíproco.

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