Buena moneda de cambio

Buena moneda de cambio

Walden Supertramp

23/11/2018

Vive.Vive rápido y consume. Consume y produce. No te pares, no te detengas. Avanza, no mires para atrás, sigue adelante, no te lo pienses. Consume. Consume toda clase de cosas: chococrispis azucarados, espárragos enlatados y zanahorias perfectamente servidas en bandejas de plástico. Consume tofu del Mercadona y avena enriquecida con vitamina B12. Toma bayas goji cada mañana y quinoa al mediodía. Colecciona compulsivamente puestas de sol, almacena recuerdos sin parar, uno tras otro. Esnifa, fuma, inhala, bebe. Pero sobre todo respira. Respira profundamente y suelta aire poco a poco. Eres libre. ¿Lo sientes? Eres libre. Emanas libertad por cada poro de la piel que da forma a tu cuerpo. Eres libre y puedes con todo, eres capaz de hacer todo lo que te propongas. ¡Eres la ostia! Mantente ocupada, apúntate a mil cursos, haz cualquier tipo de terapia oriental. ¡Viaja! Engulle kilómetros, ve al gimnasio tres veces por semana. Auto realízate, auto supérate, crece emocionalmente. Haz yoga, mindfulness y auto crecimiento personal. Ocupa tu mente, se activa. No estés nunca sola, mantente ocupada y consume. Consume gigas, consume datos y minutos, consume información, consume vídeos, diarios, blogs y películas. Consume todo lo que puedas, consume también personas. Ellas están ahí para servirte y llenar tus vacíos. Son una buena moneda de cambio. Cuando acabes una relación, lánzate a otra de cabeza, no te lo pienses, no vaya a ser que te veas sola y te dé por pensar, por sentir, por conocerte y aceptar. Sálvate. Se invulnerable. Reemplaza a las personas, es sumamente fácil. Son personas de usar y tirar, mano de obra barata para los asuntos del corazón. Acepta o rechaza a los demás con un simple movimiento de pulgar. No hables con extraños a no ser que sea a través de Tinder, Badoo o Whatsapp. Sé una adicta. Adicta al tabaco, los porros, el alcohol, coca y pastillas. Adicta al sexo. Adicta al trabajo, a tu cuerpo, al Facebook. Adicta a tu ego, a las emociones. Adicta a tener sensaciones nuevas constantemente. Se una devoradora de series y créete una intelectual tras ver y comprender la última serie de moda. Sé una adicta a Netflix.

Eres libre. ¿Lo notas? Ya nadie manda sobre ti, nadie gobierna sobre ti. Ahora eres tu propia esclava. Eres juez, victima y verdugo de ti misma. Respira, respira profundamente, coge aire por la nariz y suéltalo poco a poco… ¿Lo sientes? Es el aliento de tu libertad, la libertad que has elegido.

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