DETRAS DE MIS PASOS
Voy caminando
por ese sendero,
voy caminando
al tiempo que pienso.
Voy caminando
con dulces recuerdos,
voy caminando
sin darme reposo.
Y, miro las flores
que hay por el campo,
la hierba crecida
la vaca pastando.
La tierra sembrada
la moza cantando,
y allí en el cerro
un hombre labrando.
Y aspiro el aroma
que viene del norte,
de miles de flores
tomillo y retama
que crece en el monte.
De tierra mojada
con agua del cielo,
de hierba sembrada
a pié de sendero.
Y me siento feliz, relajado
y, por un momento
dejo mi estrés aparcado.
Y, olvido las prisas
los miedos y llantos,
las malas noticias
el ruido mundano.
Dejando de lado
ese afán cotidiano
de ser más que nadie,
sin ver que dañamos
al niño y al viejo
al padre y hermano,
al rico y al pobre
al ser marginado.
Y, con este pensamiento
levanto la mirada al cielo,
y mientras la lluvia menuda
baña mi cara,
escucho el mensaje
que brota del alma:
«Amor y belleza
podrás encontrar
si eres contigo
sincero y cabal,
respeta la vida
el mundo heredado,
y deja el camino
en un buen estado
para, que ese viajero
que viene detrás,
se sienta seguro
contento y en paz».
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