Puedo jurar que también tengo una licorera

Paso los días teniendo miedo de mi torpeza, incluso para poner tildes a algunas palabras mi habilidad me fractura, no estoy desesperado, tengo esa extraña razón que no me incentiva a nada más que un caos predominante de mi sangre.

El pensar en mis acciones me hacen entender que yo siempre estuve mal, siendo ese mal innecesario que contamina una parte de las personas que están conmigo, creando y creyendo metas las cuales son simple vanidad que tomaré por aburrimiento días consiguientes de la creación del cambio, me pregunto si algún sueño de todos será realidad, día tras día intento descifrar esa intervención la cual hace que sea el culpable, ¿dije algo? ¿Silencie a alguien? ¿Miré con odio? Era la única persona que miraba con estima y tuve que predestinar sus pasos, ¿será real no verte por que estas con él?, tengo tantas mentiras dentro de mí, soy un mentiroso, pero no quiero verte, tampoco es lo que tú decidas, pero tampoco lo mío, se ha vuelto tan fuerte que hasta compre una cigarrera, solo por capricho a no quererte más.