​Aprendiz de visionario

Siempre desee lo que no tenía,

Lo que estaba fuera de mi alcance,

Distante de mis manos.

Siempre vi hacia el cielo;

Pretendiendo, como un ave,

Remontar vuelo.

Creyendo que solo ellas

Viajan navegando

Sobre el extenso firmamento.

Siempre imaginé el sueño errado;

Deseando lo inalcanzable,

Sin ver lo que me rodea,

Lo bello y hermoso,

Todo lo mágico

Que poseo a mi lado.

Siempre busque el ángel,

Sin comprender que ése mismo

Camina de mi mano

Y siempre a mi lado.

Ya no deseo más,

Con los años he aprendido

A disfrutar más que desear.

A querer, a amar,

A valorar y cuidar.

A ver la belleza y maravilla

Con tan solo los ojos cerrar.

Siempre busque el ángel dorado,

Sin darme cuenta de que,

Ése mismo camina de mi mano

Y, por la gracia de Dios,

Siempre a mi lado.