El raspadito de la olla

Esto de los recuerdos…….es que a veces este subconsciente….
(dependiendo de la clase de recuerdos)………

a veces…..y solo a veces…..sobre todo esos que han dejado muy
profundas heridas… heridas ìntimas—-…..

esas que el cerebro….(muy inteligente èl) pues bloquea para nunca màs ser recordadas
…………..pero están allì……quizás bajo siete llaves…..
pero siguen allì…..y cuando existe un terremoto en la vida de uno…. un respirar entrecortado….
un mundo que te aplasta……..

entonces es cuando se abren las tumbas
y salen esos muertos………

esos recuerdos que nunca tenìan que haber salido……

y llegan a herir otra vez…….como la primera vez….
y con tanta profundidad…..
que duele hasta el fondo…..hasta lo màs hondo de la vida………
y aparecen otra vez los recuerdos que estaban muertos como si
fuesen
el raspadito de la olla….ese recuerdo que siempre ha dolido en lo màs
profundo del alma…..
ese que cuando uno cree que està muy muerto…..vuelve a hacer doler
el corazón….
como cuando raspas la olla esperando en ese raspado…. poder encontrar
un granito de
arroz blanco…….y como la maldad es una “cualidad” màs del ser humano.
y nadie lo puede negar…………siempre habrá algunos que la tratan de esconder
bajo la forma de la mojigatería…………..a lo mejor quizás………no lo se……
pero quizás deba una perla seguir estando encerrada dentro de la ostra….
para que nadie le dañe la belleza de su corazón y tenga ella misma que cubrir
su brillo
con excrementos………pero los recuerdos muertos duelen….y duelen mucho….
aùn ahora…….

¡Oye Pepè!. Ven a comer.

Ya voy «mami»

Y me acerqué a mi lugar preferido,

y me senté en la silla de madera

donde en su respaldo solían estar colgados los «trapos»

con los que se limpiaban las alacenas

y con los que se secaban los utensilios de cocina,

silla que, o ella era alta, o yo era muy pequeño.

Cogí la cuchara con mi mano izquierda,

mientras con la derecha

cogía el asa de la olla para inclinarla lo suficiente

y poder así raspar

el arroz «quemadito» que había quedado en el fondo.

Siempre rogaba que mi «mami» me hubiese puesto la cuchara de metal,

es que las de metal eran más fuertes que las «modernas» cucharas
que tenían el mango de plástico,

ya que las de metal no se doblaban, (aunque esta estaba con el mango un
poquitín oxidado).

Mientras mis otr@s «herman@s» estaban alrededor de la mesa del comedor,

ya comiendo ese «soso» arroz blanco, al que mi «mami» le había puesto un par
de huevos fritos encima, adornándolos con una salsa roja,

salsa que yo nunca había probado, (no me interesaba probarla).

No hacía mucho, yo había ido a comprar el pan,

algo que mis «herman@s devoraban con ahínco, pan que a mi, realmente tampoco
me interesaba comer,

yo prefería el que tenía en ese momento dentro de mi boca,

pan que sabroso como un chicle se revolvía entre mis dientes y mi paladar,

si hasta sabor tenía.

Como me había tocado «poner» la mesa (como todos los días),

en la que comían mis herman@s, yo sabía que en algún momento,

cogerían sus vasos de cristal transparentes, y verterían en ellos, esa bebida tan dulce,
llena de gas, que seguramente beberían con avidéz.

Yo prefería beber de esa agua pura transparente y cristalina que salía del grifo,

(ese que se movía de izquierda a derecha) como queriéndo huir de ese fregadero.

¿Beber yo de esa relajante bebida del color de las cerezas?.

¿esas cerezas tiernas, cerezas sabrosas, llenas de carne,

esas que se deshacían en mi boca, cuando me subía a lo más alto del árbol a
contemplar las estrellas?.

esas que eran “picadas” de pajaritos

…tan deliciosamente sabrosas y dulces???—

claro que lo hacìa con cuidado que nadie me viera–

(Nunca supe, y aùn no lo se, ¿me subìa yo al cerezo a mirar las estrellas
y aprovechaba de comerme las cerezas?

¿o me subìa al cerezo a comerme las cerezas y aprovechaba de mirar las estrellas?

Solo se que son las dos cosas mas sabrosas de mi vida)

¿Beber yo de ella?. Ni pensarlo siquiera.

El comedor era amplio y espacioso,

pero yo prefería estar aquí, ya me acompañaban en mi suculenta comida,

el fregadero de loza vieja en el que se lavan los platos,

la cocina, media de gas media de leña,

el armario con sus despensas donde se guardaban los implementos

(ollas, cucharas, cloro, etc.).

Si. Me gusta estar aquí.

Cojo la cuchara, inclino la olla, veo al fondo una capa de arroz entre blanco y dorado,

y me lanzo al ataque, mientras tanto,

el chicle ¿o era el pan? va alargándose por mi garganta para ir dejando poco a poco
espacio en mi boca.

Ese era mi momento de gloria, ese era solo mi momento,

no le pertenecía a nadie más que a mí,

los demás estaban engullendo esa «bazofia» de arroz blanco con huevos fritos

untados de fresco y tierno pan recién comprado,

mezclàndolo en sus bocas con esa agua de color de las cerezas.
Si.

Ese era mi lugar, por quince minutos, ese era mi mundo entero,

ese era el cuarto en que soñaba,
ese era el cuarto en que bebía mi agua cristalina y pura en ese cacharro que un día

se vanagloriaba de ser de blanca porcelana,

y que se estaba haciendo viejo,

ese era «mi arroz quemado»,

«mi raspadito de la olla».

Una y otra vez hendí la cuchara traspasando esa capa de arroz entre blanco y dorado,
y cuando desgajaba con la cuchara,

raspando hasta el fondo de la olla un buen trozo,

me llenaba el corazón de alegría ver que debajo de esa capa entre blanca y dorada,
la que estaba pegada al fondo de la olla,

ese arroz entre blanco y dorado se transformaba en un marrón brillante,

con mezcla de negro azabache.

¡Oye Pepè!

Si, «mami»

¿Ya terminaste de comer?

¡Ahora mismo termino!
¡Termina pronto para que vengas a recoger la mesa,

y te lleves los platos a la cocina para que los laves ……!

…………………… ………………………. ………….

Y la inocencia, un dìa despertò, y supo que nunca lo habìa sido

………………………….. ……………………….

Los padres no debieran de separarse nunca….

porque el dolor que causan al corazón de los hijos es una de las pocas cosas de esta vida
que es eterno………………………

tener que amar a una nueva “mami” que no te ama ni te acepta …….porque le
recuerdas que el hombre que ella ama ha tenido otra mujer a la que antes amò ……..

o tener que amar a un nuevo “papi” que no te ama ni te acepta…….. porque le recuerdas
que la mujer que el ama ha tenido otro hombre al que antes amò…..

¡No!…………los padres no debieran de separarse porque el dolor es grande y es hondo
como las penitas del alma…………

Y pensar que a los demás se les olvida. ……….Pero a mi… no……….

Pero son solo recuerdos,…….. nada más que recuerdos muertos
que a veces salen de sus tumbas ……..

para que no me olvide que algún dìa debo…………. perdonar

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