TU DÍA SOÑADO

Momentos tiene la vida

que alzando la vista al cielo,

esbozas una sonrisa

y das un «gracias» sincero.

Gracias por vivir, por sentir

por amar y compartir.

Gracias por el día de hoy, Susana.

Por tu vestido blanco.

Por ese hombre bueno

que te adora,

y hoy te desposa.

Por tu cara iluminada

de felicidad.

Por esa sonrisa abierta, de niña

con zapatos nuevos.

Por esos nervios

que no te dejan parar.

Por el brillo de tus ojos

que miran a todas las partes

y, no ven.

Y, que sin saber por que,

aflora en ellos

una lágrima rebelde

que, al mezclarse

con el rime traicionero

de tus pestañas,

va dejando en tu linda cara

un rastro de felicidad

que, ni quieres

ni puedes disimular.

Mis brazos fueron la brisa

que mece la espiga en flor,

y, en ellos yo, te acunaba

con ternura y con amor.

Miro al cielo y doy las gracias

por tu enlace y tu ilusión.

(Por y para, mi ahijada Susana)

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