La casa de mis pesadillas

La casa de mis pesadillas

Teresa Rivera

03/11/2018

Había estado en esa casa. Ya antes había estado ahí, trataba de hacer memoria, recordar donde había visto esa casa antes. Tan grande, dos plantas, blanca añejada y terriblemente tétrica.De pronto como por arte de magia vino a mi esa historia, aun seguía parada frente aquella casa cuando recordé y un escalofrío recorrió mi cuerpo, cuando el sol comenzó a ocultarse y yo sin moverme seguía frente a la enorme casa mirando sus ventanas grises por la tierra que las cubría, no podía mover mis pies y seguía mi mirada fija. En esa casa habían vivido dos niños, recordé. Algo obscuro había ocurrido ahí, pero mi torpe mente aun no alcanzaba a recordar la historia completa, mientras tanto seguía de pie y la obscuridad de una noche sin luna, me había invadido.

De pronto otro recuerdo me asalto y no se si fue la imagen del recuerdo formándose en mi mente o en realidad lo vi, ahí, parado en la ventana mas alta de la casa, por un instante una pequeña cabecita se asomo y se esfumo, no alcancé a ver su rostro pues el polvo gris de años de no ser limpiadas cubría casi como roca el vidrio de la ventana… solo vi una sombra, el temblor de mi cuerpo se hizo presente y mas recuerdos vinieron a mi mente y yo quería salir corriendo…pero como si aquella enorme casa me tuviera hipnotizada y paralizada, aunque mi mente deseaba salir corriendo mi cuerpo no respondía a sus ordenes y estaba ahí… petrificada… torturándome con los recuerdos…recuerdos que no eran míos, eran de alguien mas, pasaban por mi mente como una película de horror.

Dos pequeños, jugando en la enorme casa, corrían por los pasillos, un frío atardecer entraba como un rayo por la ventana en forma de circulo, de pronto los pequeños que corrían se detenían para ver las pelusas que flotaban en el aire que gracias al sol se podían ver, los pequeños reían y brincaban tratando de agarrarlas pero cuando abrían sus manos no había nada, seguían felices intentando atrapar al viento.

Un golpe fuerte.

Los niños se congelan, dejan de brincar, se miran uno al otro. ¡Un paso fuerte! otro…¡y otro! alguien sube las escaleras, los niños reaccionan..sus respiraciones se agitan y sus ojitos se llenan de miedo.

-mami-pronuncia uno entre dientes, mientras tiembla.

El mas grande reacciona, lo toma de la mano y corren en silencio. Entran en la ultima habitación del pasillo, el mas grande le dice al pequeño que entre en el cesto que había ahí y que no saliera por nada del mundo hasta que no escuchara mas nada, hasta que el silencio invadiera la casa. El pequeño asustado entra al cesto y se hace bolita ocultando su pequeño cuerpo. A partir de ahí el pequeño en la obscuridad de aquel apretado cesto solo pudo escuchar y ver cuando se hermano se movía por el cuarto gracias a los pequeños rayitos de luz que entraban por las rendijas del cesto que se apagaban y encendían, como las luces de una feria cuando se hermano caminaba de un lado a otro interfiriendo con la luz.

Entonces escucho el rechinado de una puerta, supuso que su hermano se escondió en el armario de la habitación y así el silencio reino. Pero no por mucho tiempo…Las fuertes pisadas se apresuraron y el sonido se iba haciendo cada vez mas y mas fuerte, se estaba acercando, un paso..¡otro paso y otro! y ¡otro!…hasta que por fin cesaron. Los pasos se había detenido, el pequeño temblaba sin hacer ningún ruido y su corazoncito se agito cuando una enorme sombra cubrió los rayitos de sol que entraban a su escondite. ¡Un paso!… otro… ahora eran lentos y pausados… los rayitos de luz volvieron entrar, al instante un rechinado y un grito que lo dejo sin aliento.

Con ese grito regrese de mi…especie de trance, en el que estoy segura los recuerdos de otra persona me habían poseído, por que si, tal vez la casa se me hacia conocida, pero ni los niños ni la desesperante situación se me hacían familiares. Aun no habría los ojos estaba segura que había sido solo una pesadilla…. pero, pero ¿que demonios?…. ¿por que estaba de pie? ¿POR QUE!!!??? No… no quería abrir los ojos, no quería…no. La angustia me carcomía y lagrimas salieron de mis ojos fuertemente cerrados.

¡No estaba soñando! y seguramente seguía de pie… ahí frente a la casa que provocaba mis escalofríos. Y no quería abrir los ojos, ¡no quería!. ¿Que es lo que estaba pasando?, ¿como había llegado aquel lugar?.

No sabía nada, lo único que sabia era que tenía que salir de ahí… tal vez a rastras si mi cuerpo seguía sin obedecerme y sin pensarlo abrí los ojos de golpe y sin esperarlo el pequeño estaba ahí, frente a mi: mami, me dijo, ayúdanos. Fue tanta mi sorpresa, que mi corazón se acelero como jamas lo había echo, se acelero tanto que llegue a sentir que ya no latía y mis párpados lenta y pesadamente se volvieron a cerrar.

P.D: Yo, no tengo hijos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS