Querida soledad,
Tu que te escondes sin piedad,
hoy te pido perdón
pues mis demonios se salieron de control
Por andar en busca de amor
me volvieron a partir el corazón
y sin motivos y sin razón vuelvo en busca de ti
pues aunque todos hablen mal de ti
eres muy buena compañía para mí.
OPINIONES Y COMENTARIOS