Es verdad te extraño, lo hago en las mañanas después de haber soñado contigo y en las noches recordando cómo vivía cuando estaba a tu lado. Aun siento mis labios amarrados al no poder decirte quédate, y aunque hoy llueva, y aunque hoy duela debo aceptar tu adiós, porque así es mi vida, un paraje entre la indecisión y el silencio y aunque se como duele tu despedida no puedo buscarte, debo aprender a ser feliz por mi cuenta, tal vez suene un poco envidioso y así es, así me siento a veces, como pintando las nubes de gris para que llueva pronto.

La esperanza se agoto cuando entendí que no podía hacerte feliz, que mi vida había resumido todo mi dolor y me cegó para tomar la mejor decisión, siempre trate de ser fuerte por obligación, callando mis dolores, mis preocupaciones, mis tristezas, el tiempo me mostró lo cruel que era arriesgarme así, y ahora que lo recuerdo nunca me detuve a escuchar la débil voz del amor, aquella que emergía desde lo más profundo de tus lamentos.

Aun me pregunto ¿Pude haber hecho algo? Esa duda y remordimiento invade cada centímetro de mi alma. ¿si en verdad me querías, porque te alejaste cuando más lo necesitaba?, quizás en verdad esperabas que yo acabara con esto, o de pronto era yo quien esperaba que todo fuera perfecto; aun tengo muchas incógnitas por resolver e hipótesis sin comprobar, soy en pocas palabras, una fábrica de emociones que no sabe cuando detenerse. Salgo a caminar y me siento en el café de siempre, en ese que te bese por ultima vez, allí recuerdo con nostalgia aquellos momentos, aquellas muestras de amor, aquellas salidas, aquellas miradas, aquellas que ahora son imágenes efímeras en mi mente desgastada. Hace tanto ocurrió aquello, al final la costumbre de tu ausencia dolió mas, pero no por tu recuerdo vengo a este café, vengo aquí por la vista que tiene de la ciudad, porque desde aquí se ve ese mar que imaginábamos…

Ahora que lo veo desde otra perspectiva, nunca entendí como fui capaz de buscar refugio en ti, jure serte sincero, pero no lo era ni conmigo mismo, mucho menos lo fui contigo y para mi sorpresa aun así me aceptabas, aun así decías amarme, aun así decías entenderme; Sabia que te amaba, había investigado mucho ese termino, sus implicaciones y sus riesgos, te amaba, creo que era por cómo se sentían tus abrazos o como tu voz lograba calmarme en mis desesperaciones y aunque la edad no demuestra la experiencia mis cicatrices lo hacían, y tu, siempre fuiste descubriendo una más en cada centímetro de mi alma, protegiste y curaste cada agujero que el destino cerceno en mi corazón y no supe entenderlo hasta que las heridas se abrieron luego de tu partida.

Ha pasado tanto tiempo y aun pienso en ti como si estuvieras a mi lado, ahora quizá soy un loco que aprendió a ver que lo que tenía era la imperfección humana más pura. Ahora me siento a pensar, a repasar una y otra vez el momento en que nos conocimos, en que éramos completamente inocentes, en el que nos reíamos el uno del otro, en las historias que exagerábamos para atraer al otro, en las cosas que escondíamos para no lastimarnos, recuerdo también, la primera vez que te escuche un “te amo” se escuchaba extraña la manera en que lo decías, pero era entendible, especialmente por tu historia, por tu vida y por tus cicatrices.

Ahora recuerdo ese ultimo beso, y aunque sabia que aquello que habíamos tenido llegaba a su final , correspondí ese beso como si hubiera sido el primero, como si de verdad nos fuéramos a amar para algo mas que solo aquel momento, no había rogado nunca en mi vida, pero en ese momento, en ese lugar, silenciosamente pedía que me dijeras que no te irías, pero nunca pudimos expresarnos, y aunque yo era escritor, las palabras siempre se quedaron cortas en nuestra historia, aun así cuando tu me mirabas, tenias la capacidad de decirme todo. Ahora en mis sueños solo hay un anochecer, me veo a ti y a mi sentados en un parque vació, rodeados de la ciudad que duerme, siendo seres desgastados por el tiempo, hundidos en un sentimiento que se cegó hace mucho. Escuchamos la multitud que duerme, que se expresa desde la distancia; el prodigioso tiempo hacia de las suyas acabando con todo, él mismo nos ha condenado a buscar como ciegos un nuevo sentimiento, o una nueva compañía en medio de nuestras soledades, quizá la búsqueda solo se alargue hasta mañana en el amanecer.

Al final siempre fuiste tu, mi desventura y mi ventura, mujer inagotable y pura, veo tu cuerpo desnudo, y poco a poco te despides, sales corriendo a eso que la vida te negó ver hace mucho, al mar invisible del olvido a ese lugar donde debo obligarte a llegar, porque no te puedo recordar mas, no ahora cuando se que eres feliz, cuando se que no me necesitas, así que vete a navegar, este es el fin del camino, no puedo acompañarte a tu destino, así que vete a tu mar, a ese que llamas personal, ese que llamas real….

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS