LA VISITA
Vino la muerte un día
y preguntó si quería
acompañarla un momento.
Y yo le dije:
¡señora, ni un momento
ni una hora!
ni con el alba ni con la aurora,
-pues no me gusta salir-
y menos aun si en la tele
televisan al Madrid.
Momentos tiene la vida
que añoras a esa «señora»
mas, cuando esta pregunta
si estas dispuesto a partir,
siempre encuentras una excusa
para intentarla eludir.
Pobre del ser humano,
que al estar hecho de barro
se aferra tanto a la tierra,
que olvida la pesadilla
del dolor y la miseria
que tanto le hacen sufrir.
Y en los momentos precisos
de dolor y de locura
esquivas la sepultura
engañándote a ti mismo,
pensando -en tu delirio-
que nunca te toca a ti.
Vino la muerte un día,
y me dijo que el final
ya no estaba muy lejano,
que hiciera acopio de amor
que me lavara las manos,
que gravara en mi interior
el canto del ruiseñor,
el suave olor de una flor
de una risa y su candor,
y entonara un gran salmo.
Vino la muerte un día
y pregunto si quería…
y tuve que ir con ella.
OPINIONES Y COMENTARIOS