«Aún cuando no se deseen ser oídas».

«Aún cuando no se deseen ser oídas».

Sergio

28/09/2018

Las noches ya no son las mismas.

Cada minuto que transcurre

Se vuelve más lúgubre,

Una eterna pesadilla,

Mucho más frías, tristes, vacías.

Las noches a las que estaba acostumbrado

No eran nada parecidas

A estás últimas.

En ellas sobraban besos,

Palabras bonitas,

Repletas de roces, mil y una caricias.

El sol nos sorprende

Espaldas con espaldas,

Incluso, en camas distintas

Y de las habitaciones

Huimos a las corridas.

Fugitivos de las miradas;

Testigos de silencios desgarradores;

Una perpetua agonía.

Ambos somos conscientes

Que la distancia es abismal,

Nuestra propia enemiga.

Sabemos que eso que,

Una vez, estuvo ya no volverá.

Algo en sí todo guarda

Y las preguntas como las respuestas,

Siempre suelen estar mucho más que palpables,

A mil voces dichas…

Las noches,

Aquellas, las de entonces;

Ya no volverán a nuestras vidas.

Ya no hay besos,

Palabras bonitas,

No existen roces;

Menos, caricias;

Nuestras miradas

Ya no se cruzan.

Ambos sabemos…

Es el principio del fin.

Las preguntas como las respuestas

Siempre suelen ser esquivas,

A mil voces dichas;

Aún cuando no se deseen ser oídas._

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