Me encantaba masturbarme con tan solo mirarle… queria violarla hasta que mas no pudiera… mi mente comenzaba a traicionarme, me estaba volviendo loco por su cuerpo tocarle… queria preparar una fiesta donde hubiera mucha sangre… queria descuartizarla y tragarme todas sus partes… su cuerpo brillaba mas que un diamante, queria tenerla solo para mi y siempre a sus oidos susurrarle… no me costaba soñar con los ojos abiertos, como diria mi padre «algunos pajazos mentales» me sabia sus horarios junto a sus rutinas, tenia todo preparado para el ultimo dia de su vida… me presente como un comercializador de lociones, dijo que estaba interesada y en mi carro se monto… me pregunto para donde ibamos y de un solo golpe se durmio… desperto amarrada sin ropa interior, queria meterselo hasta que gritara de dolor… lo hice tantas veces que me encantaba verla llorar… me fascinaba como gritaba que no la lastimara mas… cuando besaba sus labios que rico era que me mordiera sin piedad… le hacia chupar mi sangre «que rico era disfrutar» como lo hacia muy bien no la quería descuartizar y cada vez que quisiera la podia violar… le regale sus cacheteros a mi mujer y le parecieron sensacional, cada vez que lo haciamos mis mayores fantasías me hacia recordar.

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