Bocetos de poesía profana

Bocetos de poesía profana

Romana Di Bartoms

17/09/2018

《No puedo negar que soy justamente lo que no soy, pero soy y siendo, invento el ser; nada ajeno pero lejano a los ojos del ave del ultimo vuelo》.

He sido el árbol que transmite el lenguaje de la vida, el puente madre que conecta a los unos con los otros, he sido útil y luego hostil, obsoleto-mudo.

Antes de ser lo era único; lo uno era yo.

Enredados hilos os daré, manifestando el Caos y el ciclón de la América jamas abatida; vendrán uno a uno y seguirán ajenos a lo uno, contentados por aparente: dualidad.

La dualidad es la armonía que ata al universo, capacitor que opera para evitar la falla y suavizar la comprensión.

Allí tajadas de una profana verdad; poesía que enamora y alumbra el espíritu reanimandolos de energía. Todo es arte que hace y deshace mares de clara y oscura profundidad; cobardía osada y pulsiones de amaneceres fallidos y la modesta marca que advierte el misterio.

Os hablo del hiperespacio donde donde reside el hombre de»multiples caras» el rostro indefinido del no ser, visto por ojos valientes y aves de vuelo nocturno. Es un eterno vivir, solo posible ante la aventura: Ser->Vida.

La simbólica del mal no existe, lo que existe es único y valido para aventurarse; pero algunas almas agitan sus alas sin volar y otras vuelan antes de la puesta del sol ¿Acaso olvidan que sus ojos fueron hechos para la noche? ¿O es que aprendieron a ver el día? El día es movimiento en desorden, y los que viven el día pierden la frescura y serenidad de la noche. Por eso las aves que alteran su naturaleza mueren en manos de mal. Un mal que para su condición es ajena; pero para sí nada de malo alberga.

Mi arte no es un juego de palabras es un mapa expresivo, las palabras son imágenes y las imágenes el arrebato.

Alguna vez como un ave nocturna alce vuelo pero alas y mis garras aun no estaban desarrolladas, examine la noche y sus misterios. Sobreviví a la oscuridad mas profunda y helada; pero no al día que era solo uno, el sol ardía y me hizo visible ante los desconocedores de la noche pereciendo como es de esperar. Me reinventé en espíritu, pero el espíritu era debil y cautivo en una jaula de naturaleza humana. La aventura dejó de ser como debería ser, todo era nuevo pero no ajeno al saber, para mi consuelo el saber me dio confianza de aceptar el rostro tajante de lo humano.

Ahora me dije «I am human» aunque esa era mi verdad, el secreto era la verdad. Aprender a vivir era mi misión, pero el ser humano era tan complejo y expresivo, que atrapo mi conciencia. Olvidando en partes el lenguaje que rige el universo… estaba solo y en soledad hilando nubes, los humanos se construían a si mismo como yo, pero yo no podía intervenir directamente, debido a mi secreto…

Continuará

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