In memoriam, a Jusse mi hermano.

“No me abraces para decirme que la vida sigue, que son cosas que suceden. Que era la voluntad del creador y cosas parecidas. No culpes a su descuido, a su inocencia, a una mala jugada del destino, que los culpables portan nombre y apellido. Ninguna de esas palabras da consuelo, cosa que no encuentro ni en justicia, ni en recuerdos, ni el sueño. Deja que mi tristeza fluya sin remedio, si me abrazas y sientes un sollozo, una lagrima mojando tu hombro. No digas nada, solo abraza y acompaña mi duelo”

A tu memoria

Dame el aliento hermano para entender tu ciclo.
Y la razón inexplicable del destino
Dame justificación por lo ocurrido
Por la demencia
Que determinó tu ausencia de este sitio.

Y es que la bestia profanó con saña,
La fortaleza sagrada de la oración materna
Aquella que nos acompaña
cuando estamos solos entre tantas fieras.

La terrible bestia flageló tu cuerpo
– ¿ Le causaba envidia tu ternura?
Y es que para el mal son amenazas
los elementos de bien de tu estructura
Y los motivos nobles de tu arte.
¡Maldad!

Que fue capáz de atentar contra Dios
Sin compación, sobre tu cuerpo martir.

Hermano que te vas sin un permiso
No hay consuelo capaz de confortarne
La herida abierta en tu costado
Se prolonga infinita hasta mi alma
Nuestro Mar Caribe es apenas una lágrima
Del llanto azul que mi dolor derrama.

Hoy mi mano acaricia, la noble madera
Que envuelve tu cuerpo.
La firme roca que prodigaba encuentros
està despedazada en mil fragmentos

Haremos lo posible por unir los trozos

Reforzando por tu vida, los afectos.
Porque busco en el aire el polen de tu esencia
Para que se quede florecida de universo.

Y encontrarte entonces en el acento
De la cancion vieja, que cantabas al viento.
En el trazo inconcluso de tu mano autora
En el café compartido,
En tus hijos que ya son mis hijos
En los aparatos que nunca arreglaste
En la sonrisa que siempre lograste
Con miel y palabras en todos tus niños.

En los ojos verdes de la anciana triste
En las voces de bocas hermanas
Hasta en los ruidos que pueblan el aire
de la catedral donde me llevabas

Estarás por siempre en mi pensamiento
Como el juramento de ese niño grande,
que hecho Arquitecto, sembró los cimientos
de ser para todos un ser entrañable.
En la tecnología que eterna tu imagen
En los días de fiesta, cuando tu equipaje

de sonido y voces llenaban el aire.

En el aplauso.

En el consejo.

En un pueblo andino de calle empinada
En el alimento y en el afecto

que sin interés a cualquier brindabas.

Hermano, en el alma portamos tu marca
Hurgando en recuerdos algo de consuelo
Por tus obras viviré este duelo.

Por tus palabras cumpliremos sueños

Y algún da, sin prisa y cansados
habrás de esperarnos, cuando llegue el tiempo.
de entrar al portal de seres eternos.
Donde estas ahora, donde yo te siento.

Díaz Méndez

Agosto de 2018

Nota: El día 7 de Agosto de 2018 levantó vuelo mi hermano, Maidi Jussein Díaz Méndez. Arquitecto, Musico, Dibujante y buena gente. Sin voluntad de Dios, por voluntad de otros. El es un regalo de la vida, un Hermano.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS