Uno sin dos.

Puede ser que las partes rotas

se vuelvan a juntar.

Y ya no tenga que aguantar,

tanto dolor en un pulgar.

Esta vez, quedo de mi lado el amor,

no traspaso la muralla

de tu estúpido humor.

Y aunque ya no vuelvas

guardo conmigo ese adiós,

ese abrazo de vidrio,

ese uno sin dos.

Ese cigarro de más,

ese ron sin final,

ese para siempre,

ese nunca jamás.

Quedaron tus trucos en mi balcón,

los besos no dados,

la risa del rincón.

La guitarra mal tocada,

una canción sin cantar,

una luna arrinconada por tu miedo de zarpar.

No puedo hacerme cargo del amor que pronunciás,

no me siento acariciada cada vez que me nombrás.

El mundo ya no gira para nosotros dos,

el frio de mi cuerpo ya no pide por vos,

quiero poder decir adiós,

sin que me tiemble la voz,

se lleno de nubes el cielito de este amor.