DOMINGO

La vida de un hombre sombrío y solitario llega al más profundo silencio cuando llega el séptimo día de la semana según la creación y se da cuenta que vale poco y está sin propósito alguno para vivir, porque aunque este rodeado de personas todo el tiempo sigue solo.

La soledad es su única compañera, tan solo ese día quisiera estar con alguien compartir sus penas y virtudes pero solo maravilla desde lo lejos como las personas exponen sus afectos es por aquello que aquel hombre desarrolla un profundo sentimiento de odio por este día.

Día que llega cuando el menos lo espera, ilusión, decepciones frustración invaden su mente a cada momento y solo se refugia en la soledad para tratar sus heridas y mitigar su dolor, amor que bonita palabra piensa aquel hombre pero es aquella que más dolor causa a su corazón.

Pero prefiere morir de dolor que olvidar lo único que lo hizo sentir vivo alguna vez, vez donde el sol brillaba con más intensidad y los domingo eran días de goce y el amor estaba en la cúspide de los sentimientos.

Mientras aquel hombre proseguía en su relato sollozos de dolor se expedian de su alma y las lágrimas de sus ojos no cesaba quise interrumpirlo pero en ese instante me dijo gracias por escucharme es usted la única persona que ha tratado de hacerlo desde hace mucho tiempo.

El ese momento me di cuenta de que ese hombre de quien les hablo soy yo, deambulaba sin un horizonte definido ignorando mi propia existencia el primer paso para salir del anonimato es encontrarse a sí mismo.

FELIZ DOMINGO.



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